I AM DELTA

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La información que ahora Taehyung tenía en su poder tenía que ser tratada con demasiado cuidado, literalmente su vida y la del señor Kim dependían de eso.

Por lo pronto decidió decirle a Bogum que publicara lo siguiente en la historia de Seongjin, después de la tortura le siguió el juicio donde se le acusaba ser parte de los alfas opositores a pesar de no haber prueba alguna de ese ni de los otros argumentos, lo único que había fue la confesión forzada. Al final Seongjin fue sentenciado a muerte.

Le sorprendía que la gente siguiera al pendiente, pidiendo más y más información, generando más controversia y más indignación.

Mentiría si dijera que Taehyung no había pensado en eso toda la semana, se preguntaba hasta cuando seguiría así, una vez que llegara al final del libro sobre Seongjin o una vez que publicara todo lo que el señor Kim tenía para decir ¿ahí se acababa todo? ¿Qué seguía después?

En cuanto a la otra información habían decidido contratar un servicio de delivery, ya que Taehyung no se sentía muy cómodo con la idea de un encuentro presencial, acordó con el señor Kim que si él había mostrado su rostro entonces Taehyung tenía que confiarle su dirección al señor, por lo que envió copias de los documentos —Taehyung no tuvo problema con que el señor Kim conservara los originales— y se hizo el envío ese mismo día.

Después de que Taehyung recibió el sobre del repartidor su primer instinto fue cerrar la puerta con todos los seguros, abrió el sobre con manos temblorosas y le dió una hojeada a los papeles, las cartas y documentos, fue como si lo que le dijo el señor Kim pasara nuevamente por su cabeza de manera vertiginosa. Teniendo los papeles en sus manos sintió el peso de la realidad y fue demasiado abrumador para el delta. 

Necesitaba desahogarse, liberar un poco de todo lo que le estaba sofocando y solo pudo pensar en su mejor amigo. Tomó rápidamente su celular y marcó el número de Jimin.

—¿Hola?— Respondió el omega al otro lado de la línea.

—¿Tienes planes para hoy, Jiminie?

—No exactamente, ¿por qué?

—Ven a mi departamento.

—Okay, llego en veinte minutos— y colgó.

Taehyung aprovechó esos minutos para limpiar un poco del desorden que tenía, iba de un lado a otro mientras Yeontan lo seguía con su mirada curiosa desde su cama.

Cuando el timbre sonó Taehyung corrió a abrir la puerta, batallando con poco con Yeontan que se puso a ladrar como si hubiera un ladrón al otro lado de la puerta. Abrió y se encontró con un Jimin sonriente que sostenía una bolsa de plástico.

—Traje botanas y algo de soju.

Taehyung sonrió, dándole paso para que entrara, Jimin pasó directamente a la cocina para dejar sus compras.

—Traje ramen también, ¿quieres?

—Claro, pondré a calentar el agua— Jimin caminó a donde estaba el refrigerador para abrirlo y echarle un vistazo.

—¿Tienes carne? No quiero comer el ramen solo.

—Al fondo, a la derecha.