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Taehyung sentía que una ola de inspiración le había golpeado con fuerza después de haber visitado aquel el gueto, y más aún cuando recordaba al par de alfas que había conocido.

Le llamó mucho la atención lo que dijo Namjoon sobre los territorios; Taehyung sabía de antemano que los alfas eran muy territoriales y competitivos, pero quería averiguar más sobre cómo funcionaba todo ese sistema dentro de los guetos. ¿Cómo se elegía a a un líder?, ¿qué tan grandes eran los territorios?, ¿todos los líderes serían alfas puros como Namjoon o habrían alfas comunes al mando? Esas y muchas más preguntas inundaban la mente de Taehyung, mientras él sentía que era un explorador descubriendo un mundo nuevo e intrigante.

Incluso podía sentir la emoción del alfa en su interior.

Aunque, lastimosamente, iría de nuevo al gueto para seguir con su trabajo hasta el fin de semana, ya que tenía que volver a su trabajo en la biblioteca después de haberse tomado un par de días para elaborar su proyecto anterior. Taehyung intentó ver el lado positivo: ahí podría buscar respuestas a todas las preguntas que ahora tenía en su cabeza.

Ese día Taehyung salía un poco más temprano que de costumbre, por lo que envió un mensaje a Jimin y otro a Jungkook para ver si ambos estarían disponibles para la hora de comer. Para su suerte, ambos estarían libres, así que fue al restaurante más cercano para llevarles la comida que les había prometido.

Una vez su orden estuvo lista, se dirigió a la facultad de danza, ansioso por contarle a Jimin sobre su nuevo proyecto y, aunque le daba pena admitirlo, también ansiaba ver de nuevo a Jungkook.

Jimin le indicó por mensaje que se vieran en la cafetería de la facultad, por lo que al llegar, Taehyung se adentró en el edificio y después de dar vueltas por algunos minutos, encontró la cafetería y a Jimin sentado en una de las mesas.

—¡Taehyung!— le recibió con una sonrisa, el delta lo abrazó y luego le dió una de las bolsas que traía.

—Espero que te guste, es de un lugar estilo japonés que abrió cerca de mi escuela— Jimin no esperó un segundo más para abrir la caja desechable y comenzar a comer lo que había adentro.

—Está delicioso, créeme que me estaba muriendo de hambre en clases— dijo y metió un gran bocado de arroz frito en su boca.

—Jimin, sabes que me preocupa que...

—¡HYUNG!— exclamó alguien detrás al mismo tiempo que le tomaba por los hombros, a lo que Taehyung pegó un salto debido al susto.

—Jungkook, ¿acaso quieres que me dé un paro cardíaco?— le dijo al menor, colocando una mano en su pecho dramáticamente.

—Perdón, es que me da gusto verte— dijo, ocupando su lugar en la pequeña mesa, buscando con la mirada su comida.

—Parece que te da más gusto venir a comer que ver a Taehyung— bromeó el mayor de los tres, pasándole a Jungkook el contenedor con su comida.

—Puede ser.

—¡Oye!— le miró con falso enojo, intentando reprimir su sonrisa — iba a darte esto pero cambié de opinión— dijo, sacando leches de sabor de su mochila, incluyendo una sabor banana.

—¡No es cierto, hyung! Era broma— Jungkook miró a Taehyung con ojos de cachorro suplicante.

<<Este chico de verdad va a provocarme un paro cardíaco>> pensó antes de darle la botella de leche, Jungkook sonrío complacido.

Los tres comieron mientras Jimin les hablaba de la clase magistral que tuvo el otro día, de lo pesada que fue pero que le había servido bastante, incluso compartió unos cuantos consejos con Jungkook.

I AM DELTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora