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Kim Taehyung tenía una cuenta de Instagram y de Twitter con una cantidad bastante considerable de seguidores, aunque no los suficientes para considerarse a sí mismo un influencer. En realidad no sabía —y poco le importaba— cómo funcionaban las redes sociales.

Solo sabía que ganar seguidores llevaba tiempo, constancia y algo de suerte para tener el algoritmo a tu favor; por lo que cuando le pidió ayuda a Park Bogum para traducir y publicar un poco del contenido del libro Seongjin en twitter pensó que tomaría tiempo para que la publicación creciera, si es que lo hacía.

En el peor de los casos nadie lo vería y caería en el olvido, y en el mejor de los casos lo verían las personas suficientes para hacer sentir a Taehyung satisfecho, pues él solo quería que su trabajo y su mensaje vieran la luz. La cantidad en realidad no importaba.

Jamás se imaginó el alcance que tendría aquel hilo de Twitter.

Todo comenzó con un usuario cualquiera, amante de los casos paranormales y sobretodo de las teorías conspirativas. De pura casualidad se encontró con una cuenta con apenas dos seguidores a nombre de Vante y el único hilo que había en el perfil, lo leyó y le pareció interesante aquella teoría de la que nunca había escuchado, donde un hombre inocente fue culpado de un asesinato que cambiaria el curso entero de una nación.

Dio retwitt y lo compartió en un grupo sobre teorías y conspiraciones. Algunos comentaron que era falso, otros dijeron que nunca habían leído algo como eso y otros pocos confirmaron la parte sobre los barrios de seguridad para contener a la población alfa de Corea, pero que no sabían el trasfondo histórico de eso.

Poco a poco se fue compartiendo el hilo hasta que llegó a la comunidad de twitter perteneciente a los jaemi-gyopos: coreanos —ya sea de nacimiento o de ascendencia— que viven en Estados Unidos. Algunos gyopos comentaban que sus abuelos fueron quienes habían emigrado a América en vísperas del surgimiento de las leyes anti-alfa, pero que poco o nada habían dicho al respecto y por lo tanto se enteraban recién de la situación.

Otros más valientes —debido al anonimato que el internet puede ofrecer— confesaron que la razón por la que residían en Estados Unidos era que, más que ir tras el sueño americano, huyeron de su país por temor a vivir en un gueto.

El tema para jóvenes y mayores fuera de Corea era todo un tabú.

Como era de esperarse, hubo gente que se ofendió al saber que otras personas –de otro país pero también del mismo género— vivían en aquella situación desde hace décadas. Compartieron el hilo comentando lo indignante que era la situación, haciendo así más grande esta bola de nieve virtual.

Y las opiniones se dividieron.

"Estábamos tan ocupados preocupándonos por posibles ataques nucleares de Corea del Norte que nadie vio que pasaba en Corea del Sur haha".

"¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI existan cosas así? Eso es inhumano 😡".

"Nadie se detuvo a ver las estadísticas de violencia hacia los omegas en Corea del Sur, son de las más bajas DEL MUNDO... Soy el único que cree que estas medidas deberían implementarse en otros países? Comenzando por el tercer mundo, just saying".

Esos eran algunos de los cientos de comentarios que la gente dejaba sobre el tema y la cuenta de Vante comenzó a ser más mencionada por distintas partes de la plataforma, ganando seguidor tras seguidor, algunos pidiéndole más contenido al respecto y otros creyendo que se trataba de algún justiciero anónimo con una cuenta de Twitter.

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