Shaoran se levantó de la cama, sintiendo el peso de la culpa y la vergüenza sobre sus hombros. La luz matutina apenas comenzaba a filtrarse por la ventana, pero la claridad no lograba disipar la oscuridad de sus pensamientos. Se vistió con movimientos lentos y mecánicos, mientras intentaba comprender cómo había llegado a cometer un error tan grande la noche anterior.
Toc, toc, toc...
El sonido de la puerta interrumpió sus cavilaciones. Con un suspiro pesado, se enderezó y se preparó para enfrentar lo que fuera que viniera a continuación.
—Entra el mayordomo con cautela, su mirada llena de interrogantes y preocupación —Señor, ¿qué hace aquí en la habitación de la señorita Sakura?—
Shaoran frunció el ceño, intentando mantener la compostura mientras respondía.
—Dime primero qué fue lo que pasó anoche—pidió, su voz cargada de incomodidad y determinación.
El mayordomo suspiró, bajando la mirada antes de hablar.
—Usted, señor, llegó muy ebrio y nos dio la orden de que todos los empleados nos fuéramos a dormir. Ninguno quería verlo cerca—explicó con una expresión de pesar.
Shaoran asintió, sintiendo el peso de sus acciones sobre sus hombros.
—Cometí un gran error anoche. ¿Y dónde está Sakura?—preguntó, tratando de mantener la voz firme.
—La señorita Sakura se fue a la universidad, pero decidió no desayunar y se fue con el chófer; ella se veía mal cuando se fue—respondió el mayordomo, su tono suave pero preocupado.
Shaoran asintió una vez más, la culpa apretándole el pecho.
—Está bien, me tengo que ir—dijo con resolución, antes de salir de la habitación con paso firme, decidido a enfrentar las consecuencias de sus actos.
El mayordomo observó cómo Shaoran se alejaba, sus pensamientos abrumados por la preocupación. Al girar la vista hacia la cama, notó una mancha de sangre en las sábanas, y una pregunta inquietante comenzó a formarse en su mente.
—¿Será que eso fue lo que pasó?—se preguntó en silencio.
La mañana avanzaba en la universidad, con estudiantes yendo y viniendo por los pasillos llenos de vida y actividad.
Tomoyo se acercó a Sakura con una mirada perspicaz.
—Buenos días, Sakura—saludó, su tono amable pero observador.
Sakura forzó una sonrisa, tratando de ocultar su malestar.
—Buenos días, Tomoyo—respondió.
Tomoyo arqueó una ceja, notando los ojos rojos de su amiga.
—¡Eh! ¿Qué pasa, Sakura? Tus ojos están muy rojos, como si hubieras llorado—comentó, su voz cargada de preocupación.
Sakura trató de mantener la compostura.
—No, solo me quedé hasta muy tarde y no dormí lo suficiente—explicó rápidamente.
Tomoyo asintió, aunque su mirada revelaba escepticismo.
—Pero...—comenzó, pero fue interrumpida.
—Oh, vamos, se nos va a hacer tarde—dijo Sakura, apresurando el paso.
Tomoyo la observó con detenimiento, decidida a averiguar qué le pasaba realmente a su amiga más tarde.
En el aula
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☆♡Cómo puedo convertirme en Ceo ♡☆
Romance🌹 La historia de Shaoran 🌹 Shaoran es un joven empresario frío y distante, marcado por la tragedia de haber perdido a su prometida en un accidente automovilístico hace tres años. Ocupa el puesto de Vicepresidente en la compañía familiar, pero su a...