En la mansión del señor Masaki, la vida seguía su curso, con Sakura enfocada en sus hijos y su trabajo. Sin embargo, una sombra del pasado comenzaba a rondar sus pensamientos. Aunque intentaba mantenerse positiva, la presencia de Shaoran en la empresa de su abuelo no pasaba desapercibida para ella. Shaoran trabajaba incansablemente en la empresa del abuelo de Sakura.
Mientras que Shaoran esperaba el momento adecuado para acercarse a ella y a sus hijos. Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. En ese tiempo, Shaoran demostró su compromiso y su deseo de cambiar, ganándose poco a poco la confianza de quienes le rodeaban.Un día, mientras estaba en la oficina, Sakura decidió confrontarlo ya que quería saber la razón del motivo de por que lo hacia.
—Shaoran, ¿podemos hablar? —dijo Sakura, con voz firme, al encontrarlo en el pasillo.
Shaoran se giró, sorprendido y nervioso al verla tan decidida. —Claro, Sakura. ¿De qué quieres hablar?
Sakura lo miró directamente a los ojos, sin dejar que su determinación flaqueara. —He notado que estás trabajando aquí. ¿Por qué lo haces?
Shaoran respiró hondo, sabiendo que este momento era crucial. —Sakura, estoy aquí porque quiero demostrarte que he cambiado. Sé que te hice daño, y no hay excusas para lo que hice. Pero quiero ser un buen padre para nuestros hijos. Quiero que tengan una vida mejor, y quiero estar cerca de ellos.
Sakura lo observó, sus ojos llenos de una mezcla de miedo y resentimiento. —Shaoran, lo que hiciste no tiene perdón. Me lastimaste de una manera que nunca podré olvidar. ¿Cómo esperas que confíe en ti otra vez?
Shaoran sintió un nudo en la garganta, pero se mantuvo firme. —No espero que me perdones de inmediato, Sakura. Sé que tomará tiempo. Solo te pido una oportunidad para demostrar que puedo cambiar, que puedo ser mejor.
Sakura sintió sus emociones desbordarse, pero se obligó a mantener la calma. —No puedo prometerte nada, Shaoran. Lo único que me importa ahora son mis hijos. Si realmente quieres ser parte de sus vidas, tendrás que demostrarlo con acciones, no solo con palabras.
Shaoran asintió, con una chispa de esperanza en sus ojos. —Lo haré, Sakura. Te lo prometo.
Durante las siguientes semanas, Shaoran se dedicó a su trabajo con diligencia, siempre buscando maneras de mostrarle a Sakura que podía confiar en él. Cada pequeño gesto, cada acto de bondad, era un paso hacia la redención. Aunque Sakura seguía siendo cautelosa, no podía evitar notar el esfuerzo genuino de Shaoran.
Desde ese día, Shaoran comenzó a involucrarse más en la vida de Nakuro y Eriol. Cada tarde, después de trabajar, iba a casa de Sakura para ayudar con los bebés. Al principio, Sakura lo observaba con recelo, pero con el tiempo, empezó a ver pequeños cambios en él. Shaoran se mostraba paciente, cariñoso y dedicado a sus hijos, algo que antes nunca había sido.
Una tarde, mientras Shaoran jugaba con Nakuro y Eriol en la sala, Sakura lo observaba desde la cocina. Vio cómo Shaoran sonreía genuinamente, cómo sus ojos se iluminaban al sostener a los bebés. Era una imagen que jamás había imaginado ver.
Tomoyo, quien había ido a visitar a Sakura, se acercó y susurró: —Parece que está haciendo un buen trabajo. Quizás realmente ha cambiado.
Sakura asintió lentamente, sin apartar la vista de Shaoran y los niños. —Tal vez... tal vez pueda perdonarlo algún día.
El tiempo seguía pasando, y Shaoran no dejaba de demostrar su compromiso. Ayudaba en la casa, cuidaba de los bebés y trataba de ganarse el corazón de Sakura nuevamente. Ella, aunque aún cautelosa, empezó a abrirse poco a poco, permitiendo que Shaoran volviera a formar parte de sus vidas.
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☆♡Cómo puedo convertirme en Ceo ♡☆
Romance🌹 La historia de Shaoran 🌹 Shaoran es un joven empresario frío y distante, marcado por la tragedia de haber perdido a su prometida en un accidente automovilístico hace tres años. Ocupa el puesto de Vicepresidente en la compañía familiar, pero su a...