La verdad es que no estoy muy animada de salir con Mat, pero él fue tan convincente que hasta me hizo olvidar de la cena de los viernes, que era una buena excusa para evitar esa salida que seguramente sería un poco incómoda. Además no quiero arruinar una bonita amistad ni nuestra relación laboral por algo que no durará.
Cuando entro al departamento encuentro a Ulises sentado en el sofá con su clásico pantalón de vestir y su camisa blanca que suele usar en la cena de los viernes, su ceño estaba fruncido. Su mirada se posa en mí mientras me quito los zapatos, los coloco al costado de la puerta y camino descalza hacia donde está sentado él.
— Llamó Julia, cancelaron la cena de hoy. Dicen que están muy cansados para trasnochar. –Golpea con fuerza el brazo del sofá.
— Siempre puedes salir con alguna chica, debes tener una larga lista de mujeres esperando tu llamado.
— Hace dos años que los viernes son sagrados para mí, Colo. ¿Tienes planes para hoy?
— Mat me invitó a salir...
— Bien, espero que se diviertan en su cita —dice en un tono poco amable mientras se levanta y se retira a su habitación.
— ¡No es una cita! —exclamo y segundos después azota la puerta con fuerza.
Luego de un baño me paro frente a mi armario intentando elegir alguna prenda que no le haga creer que es una cita, que no tengo segundas intenciones ni que deseo algo más que una amistad. Pero entonces veo colgado ese vestido color verde oliva sin tirantes pidiéndome que lo use por primera vez. Una vez que me visto observo mi imagen en el espejo; el escote de corte corazón realza mis pechos y me hace lucir realmente muy bien, la falda estilo campana hace que no sea tan provocador. Me calzo unas sandalias de color negro sin taco y no puedo negarlo, esta "no cita" me está entusiasmando.
Vamos, Emilia, es una salida con un amigo, nada más. Cálmate y todo saldrá bien.
Cuento hasta diez con los ojos cerrados. Respiro profundamente y logro convencerme que todo estará bien. Cuando los vuelvo a abrir me encuentro con Ulises, su hoyuelo y su falsa modestia, apoyado sobre el marco de la puerta de mi habitación.
— Tienes un excelente aspecto, Colo, ahora no me decido si me gusta más el vestido cuando nuestros amigos anunciaron su compromiso o con éste. —Se muerde el labio mientras agita su mano como abanicándose. Obviamente tomo mi almohada y se la arrojo, él la atrapa en el vuelo–. Nunca te había visto arreglarte tanto para una cita.
— Yo no tengo citas, Ulises, simplemente voy a salir a tomar algo con un amigo.
— ¿No tienes citas? Todas las mujeres quieren citas... —Dice cruzando sus brazos sobre su perfecto pecho.
— Yo no soy cualquier mujer.
— De eso estoy seguro –Susurra—. ¿Por qué no tienes citas?
— Creo que no reservé un turno para la terapia de hoy.
Lo veo acercarse, pero no me muevo; me abraza por detrás colocando su barbilla sobre mi hombro desnudo y su boca está pegada a mi oído. Siento su respiración entrecortada y todo en mi interior se despierta.
— Vamos, Colo, sabes que puedes confiar en mí...
Observo nuestro reflejo en el espejo, ambos nos miramos a los ojos. Estoy dispuesta a contarle todo en ese momento y pedirle que nunca retire los brazos de mi alrededor, pero el timbre interrumpe el momento.
— Luego. —Respondo y me suelto de su abrazo.
Tomo mi bolso y me despido sin siquiera mirarlo, porque sabía que mi cara estaba completamente roja y si lo descubría iba a ser mucho peor para mí. Aun así puedo notar la sonrisa en su voz cuando se despide.
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La intensidad de tu amor {Completa}
RomansMe ha llevado tiempo, pero al fin he conseguido estabilidad emocional y económica. Mis amigos se transformaron en mi familia, Julia es mi cable a tierra, la que me consuela en esos días que no puedo dormir y su novio Leandro, se convirtió tan rápid...