Me quedo observándola como un maldito acosador, su pelo desparramado en la almohada, de esa manera que me vuelve loco, como si un huracán lo hubiera atacado. Su ceño está fruncido y puedo ver debajo de sus ojos y en sus pestañas que ha estado llorando por mucho tiempo. Vuelve a enredarse entre las sábanas y se queja cuando no puede sacar su pie de ellas. Por un breve instante abre sus ojos y me mira, pero luego los vuelve a cerrar. Me acerco sigilosamente y me siento en la cama a su lado mientras admiro esa belleza sobrehumana que solo ella posee.
Abre una vez más los ojos y éstos se iluminan como si estuviera viendo algo muy preciado.
— Si vas a aparecer y desaparecer así será mejor que te pongas un cascabel en el cuello – larga un profundo suspiro–. Dios, creo que hiciste un trabajo impecable robándote mi corazón, te veo en sueños y aún despierta puedo seguir imaginando que estás aquí... ¿Por qué justamente tenía que enamorarme de ti? Eres egocéntrico, no mides tus palabras, te gusta hacerme enojar. Yo no quería enamorarme, lo único que hace el amor es romper tu corazón.
Siento palpitaciones en mi pecho, mis manos sudan. Ella cree que soy producto de su imaginación y por eso está desnudando su alma. No puedo evitar sonreír.
— Este hoyuelo, cariño... me dan tantas ganas de besarte y hacerte esas cosas sucias que me dan vergüenza solo de pensarlas.
— Nadie te detiene, Colo. —Digo con una sonrisa que sé que puede derretir glaciares. Ella sonríe también, creo que aún no se da cuenta que no está soñando. Estira su brazo para tocar mi rostro y cuando su mano cálida toca mi mejilla cae a cuentas que no soy una alucinación. Tomo su mano con la mía, sin dejarla que la quite de mi cara y me acerco cada vez más a ella.
— Así que finalmente reconoces que estás enamorada... ¿Tanto miedo tienes a enfrentarte a lo que sientes que huyes de esa manera?
— ¿Tanto te sorprende que finalmente haya caído bajo la magia de tu hoyuelo? —Pregunta ahora acariciando mi mejilla—. ¿Qué haces aquí, Ulises?
— Si no me quisieras aquí no me hubieras dado "pistas" de tu paradero y volviendo a lo que dijiste antes... ¿Mi hoyuelo es mágico? —Digo ladeando una sonrisa.
— Sabes que lo es, no te hagas el inocente. —Me golpea con una almohada en la cara—Y sí, tengo muchísimo miedo de terminar como mis padres, de terminar como Julia, Leo y Mat... —Solo pensar en ese idiota me hace enfurecer, pero tengo que enfocarme en nosotros. No puedo perderla de nuevo.
— Colo, no todas las relaciones son iguales. Solo tienes que aceptar lo que la vida te ofrece. La vida te dio nada menos que a mí y tienes que aprovecharte. Sabes que tienes pase libre conmigo, puedes hacerme lo que quieras. —Me acerco más a ella mientras tomo su precioso rostro entre mis manos—. ¿Quieres romperme el corazón? Hazlo ¿Quieres casarte conmigo y tener muchos hijos? Hazlo ¿Quieres besarme hasta perder el sentido? Hazlo ¿Quieres simplemente utilizarme como suplente de tu duchador? Hazlo ¿Quieres que tengamos una relación llena de unicornios y mariposas? Solo tienes que pedirlo. Aquí me tienes, cien por ciento dispuesto a lo que quieras de mí. Lo único que te pido a cambio es que dejes de huir; estoy aquí para ti, para darte una razón para volver a creer en esa cosa pegajosa que es el amor.
Mi boca está casi sobre la suya mientras ella se muerde el labio, debatiéndose consigo misma si debía dejarse llevar por lo que está sintiendo en ese momento. Su mirada pasa de mis ojos a mis labios. Está sufriendo una maldita guerra en su cabeza. Pero yo me enamoré desde el momento que la vi. Me arriesgaré aunque al final seguramente termine con el corazón roto.
Puedo sentir el calor que emanan de sus labios, esos labios que tanto extrañé y que con solo mirarlos me vuelven completamente loco. Sus mejillas comienzan a teñirse de rojo, es el perfecto indicador de que me está dando una oportunidad, que se está dando una oportunidad, sin embargo no quiero apabullarla con mis muestras de afecto a pesar de que muero de ganas de besarla y tocarla.
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La intensidad de tu amor {Completa}
RomanceMe ha llevado tiempo, pero al fin he conseguido estabilidad emocional y económica. Mis amigos se transformaron en mi familia, Julia es mi cable a tierra, la que me consuela en esos días que no puedo dormir y su novio Leandro, se convirtió tan rápid...