Siento que mis rodillas se debilitan, me apoyo sobre una de las paredes para mantenerme en pie, pero no sirve de mucho porque a los pocos segundos estoy sentado en el suelo sosteniendo mi cabeza con mi mano libre.
- Estuvo mal unos días, se metió muchas cosas y nunca llegamos al hospital. -No digo nada por un tiempo que pareció eterno-. Ulises ¿estás ahí?
El teléfono queda a un costado de donde estoy sentado, las piernas me tiemblan y todo a mi alrededor comienza a verse borroso. Una mano se posa en mi hombro y escucho su voz muy a lo lejos que me llama.
- ¿Hola? -dice ella, seguramente levantando el celular que había dejado en el suelo-. Soy Emilia... una amiga... Dios mío. Envíale un mensaje con todos los datos, estaremos allí en cuanto podamos. Gracias y lo lamento mucho. -Siento sus brazos a mi alrededor, apretándome fuerte y mientras me da un beso largo sobre la frente no puedo evitar largarme a llorar. Ella me abraza aún más fuerte e intenta ponerme de pie. - Vamos, te llevaré a casa.
Desconozco qué pasó entre el momento que salimos del bar y nuestra llegada al departamento. Estoy sentado en el sofá completamente ajeno a lo que pasa a mi alrededor. Puedo oírlos hablar en susurros entre sí, como si no quisieran que escuchara que están hablando de mí. Aún no logro caer que de verdad haya pasado. Aquella mujer la que por tantos años creí tan fuerte, tan vivaz, con tanta vocación para ser madre; hasta que todo se derrumbó cuando perdió al amor de su vida, dejándonos a nosotros como sus cuidadores primarios.
Realmente se ha ido. Nos ha dejado.
¿Qué pasará con Thiago? Apenas tiene diez años... ¿Quién va a cuidar de él?
Y de repente siento la necesidad de hablar con mi hermano mayor. Necesito saber que va a pasar con él, porque según recuerdo Iván tenía grandes planes una vez que pudiera librarse de sus compromisos y el cuidado de mamá era uno muy grande. Me arrepiento de haberme marchado de la manera que lo hice, dejándolos a su suerte porque yo no pude lidiar con más problemas además de los míos. Soy un cobarde. Sí, les pasaba todo el dinero que podía, los llamaba por teléfono e iba a visitarlos bastante seguido, pero ver como de a poco mi mamá iba deteriorándose, no era algo con lo que quería lidiar.
- Colo ¿Has visto mi celular? -digo tanteando mis bolsillos. Los tres aparecen en el umbral de la cocina y me observan con pena-. Tengo que llamar a Iván...
Me entrega el teléfono que tenía guardado en uno de sus bolsillos y mientras lo hace pasa su mano por mi mejilla, esa chispa latente que con tantas fuerzas deseaba que volviera inundó su mirada. Ella me ama, puedo verlo, pero no entiendo cómo le cuesta tanto decidirse y decirme o admitir para sí misma lo que siente. Coloco un alfiler en esa idea y paso a la de Thiago.
- ¿Quieres tomar algo, cariño? Ya compré los pasajes, no tienes que preocuparte por nada de eso ¿Si? El micro sale a las siete de la mañana, fue lo más pronto que pude conseguir-. Asiento con la cabeza e intento sonreír. Busco el número de mi hermano entre las últimas llamadas y presiono la pantalla para llamarlo.
- Hola, hermano. Siento haberte dejado colgado hace un rato. Creo que todavía no caigo a cuentas de lo que pasó. -Digo una vez que responde.
- No te preocupes, yo tampoco caigo ¿Cuándo puedes venir?
- Conseguimos pasajes recién para mañana a las siete de la mañana. -Mi hermano suspira.
- Eso es demasiado tiempo, necesito ocuparme del papelerío y alguien tiene que quedarse con Thiago, él la encontró... no ha dicho nada desde ese momento. Te reservaré un pasaje de avión para que llegues antes. -Escucho que está escribiendo algo en el teclado-. Acá hay un lugar en un vuelo dentro de dos horas ¿Crees que puedes llegar a tiempo?
ESTÁS LEYENDO
La intensidad de tu amor {Completa}
RomanceMe ha llevado tiempo, pero al fin he conseguido estabilidad emocional y económica. Mis amigos se transformaron en mi familia, Julia es mi cable a tierra, la que me consuela en esos días que no puedo dormir y su novio Leandro, se convirtió tan rápid...