Pasaron unas semanas luego de nuestra visita al pueblo natal de Emilia y varios días desde la última vez que estuvimos juntos. Todo vuelve a ser como era antes, cuando apenas nos mudamos juntos. No quiero perderla de nuevo preguntándole en qué situación estamos ahora, si somos solo amigos, si somos algo más o si alguna vez podré besarla otra vez; así que decidí darle algo de espacio para que analice por sí misma y se deje llevar por lo que siente por mí.
Lo bueno fue que retomamos la cena de los viernes, nuestro compromiso no obligado de cada semana. Era el momento en que olvidábamos todo lo sucedido y podíamos pasar un muy buen rato los cuatro. Creo que Julia y Leo lo vieron de esa manera también, aunque las cosas entre ellos no volvieron a ser las mismas, se nota que algo había cambiado desde el momento en que el empleado nerd de la Colo apareció en el cuadro. Por suerte el idiota ese renunció una vez que le hicimos una visita con Leo cuando supimos que iba a estar solo, primero fue muy violenta de palabras, los tres dijimos unas cuantas cosas que no vale la pena repetirlas y luego mi amigo lloró, eso nadie lo esperaba; realmente estaba perdido sin ella y eso me llenó de determinación para no bajar los brazos nunca.
Leo y yo estamos en un bar. Él no pronuncia palabra, solo bebe su cuarto chupito y lo deja sobre la mesa con un golpe seco, yo aún voy por mi primera cerveza.
— Estoy harto de esta situación, Leo... si tanto la amas ve y lucha por ella.
— Es que ya no sé qué hacer. Lo intenté todo, pero ella ya no es la misma Julia de la que me enamoré, es como si fuera otra persona. No estoy seguro si todavía me ama, ni siquiera si aún quiere casarse conmigo... —Se agarra la cabeza y pide otro chupito.
— ¿Y qué tal si se lo propones de nuevo? Algo que sepas que le gusta, recuérdale lo que vio en ti para que se enamorara. —Se pone de pie con una sonrisa borracha en su rostro, no puede mantenerse erguido por mucho tiempo, tiene que tomarse del borde de la mesa para lograr conservar el equilibrio. No deja que el camarero deje el trago sobre la mesa, lo toma de su mano y lo bebe de golpe.
— Tienes amigo, razón. Ahora mismo demostraré lo enamorada de mí... — Creo que intenta decir que va a demostrarle por qué se enamoró de él y me causa gracia que aún se quede pensando que la frase que dijo no tiene sentido.
— Me parece que no es el momento, Leo, tienes que descansar esa borrachera. Vamos, te llevaré a tu casa. —Lo tomo del brazo e intento conducirlo a la salida.
— A casa no, todo lo que ella tocó está ahí... — Ruedo los ojos y le envío un mensaje a Emilia para avisarle de que estaría llegando en unos minutos con un Leandro muy pasado de copas.
Nos bajamos del taxi en la puerta del edificio, la Colo nos estaba esperando en la puerta con el ceño fruncido y de brazos cruzados. Creo que la amo un poco más en ese momento. Mientras hago mil maniobras para bajarlo, ella le paga al taxista y abre la puerta del edificio.
— Tu amiga me ha roto el corazón... —Dice apoyando su cabeza en el hombro de Emilia—. Y yo la amo tanto ¿Por qué tuviste que contratar al primer tipo al que amó?
Ella le acaricia el pelo mientras le dice que todo va a estar bien.
Salimos del ascensor y entramos al departamento. Emilia se quita los zapatos y los deja junto a la puerta, Leo sale corriendo al baño, supongo que para deshacerse de todo el alcohol que está dentro de su sistema.
Emilia sigue de pie junto a la puerta, me observa y sonríe. Sí, me está sonriendo como hace mucho no lo hacía. Tengo demasiadas ganas de abrazarla y besarla. Quiero hacer y decir tantas cosas, pero prometí darle un tiempo, todo el que necesite si es lo que hace falta para recuperar lo que teníamos.
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La intensidad de tu amor {Completa}
RomanceMe ha llevado tiempo, pero al fin he conseguido estabilidad emocional y económica. Mis amigos se transformaron en mi familia, Julia es mi cable a tierra, la que me consuela en esos días que no puedo dormir y su novio Leandro, se convirtió tan rápid...