Llegamos a mi portal y me apoyo en la puerta. Estamos hablando durante bastante tiempo, hasta que Ruben mira su reloj. -Madre mia, son las diez menos cuarto.
-¿Has quedado?
-No.
-¿Entonces?
-Tu mañana trabajas.
-¿Y?
-Tienes que descansar, señorita Gutierrez.
Me rio. Y levanto las manos, en signo de derrota. El se hacerca a mi y me da un beso.
-¿No puedo hacer nada para que te quedes conmigo?
-No, tienes que dormir y si me quedo, te aseguro que no dormiras.
Le sonrio. Se gira y hace el amago de irse, pero le agarro de la mano. Quiero que se quede, necesito que se quede.
-Quedate, por favor. Hoy no me apetece dormir.- le digo mordiendome el labio-.
El afirma con la cabeza, abro la puerta y subimos a mi casa. Dejo el bolso en la entrada.
-Ruben, acompañame arriba, puede que tenga algo de mis hermanos para que te puedas cambiar de ropa.
-Vale.
Subimos y nos vamos al vestidor. Abro un pequeño armario y encuentro un pantalon de pijama gris y una camiseta basica blanca. Se lo doy y el se mete al baño. Yo mientras me cambio y me pongo una camiseta basica negra de tirantes y una chandal viejo. Encuentro una goma de pelo y segun bajo por las escaleras, me voy haciendo una coleta. Voy a la cocina y saco dos tupper, uno de ensaladilla y otro de macarrones. Caliento los macarrones. Siento como Ruben baja y se sienta en la mesa de la cocina.
-¿Te gustan los macorrones y la ensaladilla? -digo señalando la comida-.
-Si.
-Entonces cenaras eso.
-Me parece bien.
Sirvo la cena y empezamos a cenar.
ESTÁS LEYENDO
Con derecho a besarte
RomanceSonia, una abogada reconocida por todo el mundo. No cree en el amor ni en los hombres. Todo esto sigue en pie, hasta que concoce a Ruben. Un chico que vive el dia a dia. Completamente opuestos, pero perfectos para estar juntos.