Despues de pasarme seis horas en el bufe, salgo. Joder, por fin, oxigeno. Llevo el papeleo del brazo y el maletin en la otra mano. Voy hacia el garaje. Giro la esquina y me choco con alguien. Ala, adios papeleo.
-¡Me caguen en la puta!- digo recogiendo los papeles del suelo-.
-Oh, joder, lo siento mucho. -No te preocupes, esto me pasa por no mirar.
Alzo la mirada. Joder. Es un chico alto y delgado, con el pelo color ceniza y despeinado. El me mira, tiene los ojos verdes. Sonrio, como una idiota. Cojo los papeles.
-Perdon.
-Nada, no te preocupes.
-Adios.
-Adios.
Le rodeo y noto como se gira. Miro para atras. Tiene una tarjeta entre los dedos y me la señala sonriendo. ¿Es mi tarjeta de trabajo? Dios ahi pone todo, donde trabajo, mi nombre y mi numero de telefono. Flipado. Cojo el coche y en diez minutos estoy en mi casa. Oh, dios, que agusto. Tiro los tacones por ahi y me quito la falda. Dejo el papeleo en el escritorio y me tiro en el sofa. Me despierto. Mierda, me he quedado dormida. Siento mi movil sonar. Es Claudia, le cojo.
-¿Si?
-Sonia, arreglate nos vamos de fiesta.
-¿Que dices?
-Lo que oyes. Es viernes y estamos necesitas las dos, en veinte minutos paso a buscarte.
-Joder, venga vale, aqui te espero.
Cuelgo. Miro la hora, las diez de la noche. Que pereza arreglarme ahora. Voy al vestidor y cojo un vestido, color vino, corto y unos tacones negros altos. Me meto a la ducha. Salgo, me seco y me plancho el pelo. Me maquillo un poco y me visto, ya estoy. Las diez y veinte. Claudia va a venir en nada. Siento como llaman al timbre. -¿Si?
-Baja.
-Voy.
Cojo el abrigo y el bolso. Cierro la puerta y bajo a la calle.
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Con derecho a besarte
RomanceSonia, una abogada reconocida por todo el mundo. No cree en el amor ni en los hombres. Todo esto sigue en pie, hasta que concoce a Ruben. Un chico que vive el dia a dia. Completamente opuestos, pero perfectos para estar juntos.
