Dejo los guantes en una esquina y cojo una cuerda para saltar. Empiezo a saltar. Me paso diez minutos saltando, cambiando los saltos. Ya estoy empezando a sudar. Los chicos me siguen me miran con cara rara. Sonrio, seran idiotas. Se piensas que ese deporte solo lo pueden hacer hombre con musculos y no una chica delgadita. Ay dios. Cojo los guantes y me les pongo. Voy hacia una bolsa de golpeo. Hay varias, una roja, otra naranja y una mas grande negra. Toco cada una de ellas. La roja esta blandita, la naranja esta un poco mas dura y la negra esta dura. Voy hacia la negra. En esto soy bastante buena. Me coloco, voy a dar mi primer punteñazo a la bolsa, pero oigo a alguien decir:
-Morena, ¿No prefieres empezar por la roja? Eso es demasiado para ti.
¿Perdon? Pero sera idiotas. Me giro y veo al hombre mas musculado y chulo del todo el gimnasio. Miro a mi alrededor. Todo el mundo me esta mirando. Entre la gente sale un chico rubio con ojos marrones, tiene musculo pero no mucho, es alto pero no tanto como el chulo con músculos.
-Déjala, creo que es mayorcita como saber a que pegar.
No me lo creo. ¿Me esta defendiendo? Si, claro que me esta defendiendo. Pero yo aun no he hablado. ¿Que haces Sonia? Vamos reacciona, ya. Reacciona. Despacio me acerco al chulo con músculos, hasta quedar cara a cara.
-Tres cosas-digo seria y desafiantes- Una no me llames morena, en tu vida, dos soy lo bastante adulta como para hacer lo que quiera y tres si voy al negro sera por algo, quizá por que se hacerlo lo bastante bien, como para ir ahí.
-Si hombre una chica va a saber pegar bien, lo que me faltaba por oír.
Sera machista el subnormal este. Se va a girar pero le pego un puñetazo medio fuerte en el brazo. Todo el mundo se queda sorprendido, por lo que acaba de pasar.
-Machista de mierda, ¿Te demuestro lo que puede hacer una chica?
-Cuando quieras.
-Ahora mismo, en el ring. Los dos.-digo con voz seca, cortante y desafiante-.
El musculitos afirma con la cabeza y va a coger sus guantes. El chico rubio se me acerca. Otro no. No me acabo de creer lo que echo. Necesita que alguien le de en todos los morros con los guantes.
-Gracias, por lo antes, por defenderme.
-Nada, morenita. Me llamo Nacho.
-Encantada, yo Sonia.
-Encantado.
Veo al musculitos ya en el ring. Voy a echar a andar, pero Nacho me para y me susurra al oido.
-Dale en la rodilla y las costillas.
Le miro estrañada pero afirmo con la cebeza y me voy al ring. Me subo y oigo decir a Nacho.
-¡VAMOS, DALE, MORENITA!
Me pongo en una esquina. Esta empieza ya no hay vuelta atras. Me acerco al centro. Al igual que el. Empezamos a saltar. Nos protegemos la cara con los guantes. Tiro un punteñazo hacia el, pero lo consigue esquivar. El me lanza y me da en el moflete, cosa que me hace girar la cara. Ah, dios. Este hombre va a hacer daño. Ya se como jugar con este hombre. Nos volvemos a colocar y cuando menos se lo espera, hago un gancho que le doy con todas mis ganas en la barbilla, hago que tire la cabeza para tras y se vaya hacia las cuerdas. Me mira con mala gana y viene hacia mi deprisa. Me va a hacer un gancho, pero le esquivo. Me vuelve a tirar otro gancho seguido pero con la zurda, este me da. Me estoy enfadando. Me giro de repente y mientras me giro, me agacho le doy en la rodilla derecha con todas mis fuerzas. Doy otro giro y le tiro un puñetazo que va directo a la cara. El se cae al suelo y se rinde. Dios le he echo sangre en la cara. Joder. Nacho sube al ring, me coge en volandas y todos aplauden. Me río. Nacho me baja y voy hacia el musculitos que esta sentado en una silla de madera.
-Bienvenida.-dice sonriendo-
¿Que?
-Eres un gilipollas.
-No me volvere a meter con una tia en la vida.
-Asi me gusta.
Me giro y me voy a los vestuarios.
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Con derecho a besarte
RomanceSonia, una abogada reconocida por todo el mundo. No cree en el amor ni en los hombres. Todo esto sigue en pie, hasta que concoce a Ruben. Un chico que vive el dia a dia. Completamente opuestos, pero perfectos para estar juntos.