Ya es lunes. Me levanto y voy a la cocina. Me preparo el desayuno, un cafe con leche y un bol de cereales. Mientras me tomo el cafe, empiezo a pensar en Ruben. No se por que, pero no puedo dejar de pensar en el. Que si, que el chico es guapo y simpatico, pero no puedo enamorarme, no quiero enamorarme, ni quiero que el se enamore de mi. Cierro los ojos y niego con la cabeza. Termino de desayunar y me voy al vestidor. Me pongi unos pantalones grises de tergal y una camisa blanca, de zapatos unos tacones negros. Voy al baño, me arreglo un poco el pelo y me maquillo. Cojo el maletin y mi america y me voy al trabajo. Dejo el coche en el garaje y entro en el bufe.
-Bueno dias a todos. -digo sonriendo-.
Entro en mi despacho y dejo el maletin en la mesa. Enciendo el ordenador. Coloco la americana en la silla y me siento.
Son ya la una de la tarde y llamo a mi secretaria Maria. -Maria.
-Dime, Sonia.
-¿Puedes traerme una ensalada?
-Vale, ¿De que la quieres?
-Me da igual.
-Bien.
Cierra la puerta y se va. Yo sigo trabajando. A los veinte minutos llaman a la puerta, es Maria.
-Entra.
Me deja la ensalada en la mesa.
-Sonia, no es por nada, pero hay un chico que quiere verte.
-¿Que?
-Si, dice que es urgente, ¿le digo que pase?
-Emm... si.
-Vale.
Maria se dirige a la puerta y hace un gesto con la cabeza. Maria se va y entra, ¿Ruben? Ruben pasa y cierra la puerta.
-¿Que quieres?
-Nada.
-¿Entonces? Estoy trabajando.
-Es que no me contestas a la llamadas y pues he decidido venir.
-Lo siento, he estado ocupada.
-¿Te apetece tomar un cafe?
-Ahora no puedo.
-Bien, pues, ¿a que hora sales?
-A las tres.
-Te vendre a buscar.
-Vale.
Sonrio, el se acerca a mi y me da un beso fugaz y dulce. Sonrie y se va.
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Con derecho a besarte
RomanceSonia, una abogada reconocida por todo el mundo. No cree en el amor ni en los hombres. Todo esto sigue en pie, hasta que concoce a Ruben. Un chico que vive el dia a dia. Completamente opuestos, pero perfectos para estar juntos.