Abro los ojos. Miro el reloj. Las diez y media de la mañana. Ruben esta acurrucado a mi, dormido. Llevo mi mano a su pelo y se lo acaricio, bajo la mano a su cara y le beso. Me levanto y me pongo una camiseta suya. Voy a la cocina. Preparo unas tostadas para los dos, para mi un cafe con leche y para el un colacao. Lo pongo todo en la mesa y voy de nuevo a la habitacion. Me tumbo al lado de el de nuevo y le empiezo a besar. El se gira para que le deje, pero vuelvo a besarle.
-Rubenn.-susurro-.
-Mmm.
-Vamos, despierta.-digo riendome-.
Estoy un rato callada, miramdole. Hasta que se ocurre algo. Sonrio solo de pensarlo.
-¡JODER, RUBEN TUS PADRES! -digo aguantandome la risa-.
-¡¿QUE?!-dice levantandose y poniendose la ropa medio dormido-.
Me levanto de la cama, me mira y yo sonrio maliciosamente. Le dejo en la habitacion y me voy al salon. Siento como corre detras de mi. Me agarra la cintura y me gira. Quedandome a centimetros de sus labios. Me muerdo el labio.
-¿Desayunamos?-digo-.
-¿El que?
-Tostadas.
-Ah.-dice triste-.
-¿Que te pensabas que iba a decir?
-No se.
Le muerdo el labio y me siento a desayunar. A continuacion viene el. Se come casi todas las tostadas. Casi hemos terminado de desayumar.
-Sonia, ¿como has sabido que no me gusta el cafe?
-Intuicion.
-¿Que?
-Facil, he mirado el cafe y esta casi entero y cuando he mirado el colacao esta casi vacio.
-Madre, como te has fijado.
-Ruben, soy abogada, me gano la vida en fijarme en los detalles.
Se levanta y me da un beso, sin ningun porque.
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Con derecho a besarte
RomanceSonia, una abogada reconocida por todo el mundo. No cree en el amor ni en los hombres. Todo esto sigue en pie, hasta que concoce a Ruben. Un chico que vive el dia a dia. Completamente opuestos, pero perfectos para estar juntos.
