Capitulo 33

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Me escapo de sus brazos y rapidamente me despido de Claudia y Mangel, recojo mis cosas y me voy. Ando deprisa, no quiero verle y menos ahora. Dice que me quiere y que me echa de menos, pero no se ha preocupado en todo este tiempo, sabiendo como estaba. Me suena el movil, es el. No hago caso y sigo andando. Llego a casa. Por fin, voy a meter la llave para abrir la puerta del portal y alguien me coge de la cintura, es Ruben. Su olor, su tacto. -Ruben, por favor.
-Perdoname.
-No lo hagas mas dificil.
-Hablemos.
-No hay nada de que hablar.
-Si, si que hay.
Cojo aire y le suelto. Esta bien, hablemos. Abro la puerta y subimos a casa. Segun llego dejo todo y subo a cambiarme. No hablamos y tampoco me sigue arriba. Bajo al salon, poniendome una coleta. Estamos los dos de frente, mirandonos. Miro sus ojos verdes, esos ojos verdes que no he podido olvidarles desde ese dia en la calle. Cierro los mios, escondiendo las lagrimas. Coje aire.
-¿Que tal tu cuerpo? -dice-.
¿Que?
-Bien, mucho mejor.
-¿Me le dejas ver?
¿Que? No lo entiendo, enserio.
-Ruben.
-Solo lo quiero ver.-dice con la voz quebrada-.
No hago, ni digo nada. Se va acercando a mi. No me aparto, no quiero hacerlo. Esta a milimetro de mi cuerpo. Coje el dobladillo de la camiseta y tira hacia arriba, dejandome en sujetador. Cierro los ojos.
-¿Te les puedo tocar?
Afirmo con la cabeza. Es lo que necesito, su tacto sobre mi. Se pone de rodillas. ¿Que hace? Pone sus labios, sobre mis ahora cicatrices y las besa, a cada una de ellas. Respiro dificilmente, al igual que el. Me va a girar para besar las de la espalda, pero no puedo mas. Necesito besarle, que me haga suya.

Con derecho a besarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora