Capitulo 39

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Estoy en el bufe. Mirando, repasando y preparando casos. Estoy concentrada en casos y de repente entra Maria. Jodet, que susto.

-Uy lo siento.-dice escondiendo un pequeña sonrisa-.

-No te preocupes, ¿Que quieres?

-Por casualidad, ¿Te has querido apuntar a clases de boxeo o has estado apuntada en alguna?

-Mmm... Si, he estado apuntada, ¿Por que?

-Por que te han enviado un anuncio del gimnasio que esta aqui al lado.

-Ah vale, dejame ver el anuncio, a lo mejor me vuelvo a apuntar.

-Toma.

-¿Algo mas?

-No.

-Vale, entonces, gracias.

-Nada.-dice sonriendo y cerrando la puerta del despacho-.

Cojo el papel del anuncio del gimnasio. ¿Y si me apunto? Me encanta ese deporte y me libero mucho del estres. Miro el horario, es perfecto. No cierra y puedo ir despues de salir de aqui. Me apunto, ya esta decidido. Llevo practicando boxeo casi toda mi vida y la verdad, le echo de menos. Carmen y Luis me metieron a practicarlo para que controlara mi carácter. Me rio al recordar el primer dia que fui a una clase de boxeo. Era un pato, me daban por todos los lados. Cojo el movil, y marco el numero de Ruben.

-Dime, corazón.

-Ruben, ¿Sigues en casa?

-Me iba a ir ahora mismo, ¿Por que?

-Hazme un favor, sube a mi vestuario y hay un armario blanco, dentro hay unos guantes de boxeo rosas y una bolsa de nike para el gimnasio, ¿me lo traes por fa?

-Claro, te lo llevo ahora a la oficina, pero, ¿Para que quieres eso?

-Ahora te lo explico. Avisare a Maria que vienes.

-Vale.

-Gracias, te quiero.

-Y yo.

Cuelgo, no me creo que haya dicho eso. Madre mia, Sonia como estas cambiando. Sigo trabajando, hasta que entra Ruben y me da todo, yo le explico a donde y que voy ha hacer con todo eso. Hablamos un poco y se va.  Llega por fin la hora de irse del bufe. Me cambio en el despacho. Me pongo unas mayas negras, una camiseta de tirantes florescente rosa y unos playeros negros. Meto la ropa que me acabo de quitar en la mochila, junto a los guantes de boxeo y salgo del despacho. Todos en el bufe me miran raro, excepto Maria que ella ya sabia que me iba a cambiar. La sonrio y me despido con la cabeza. El gimnasio esta ha veinte minutos del bufe. Entro a el y me hago socia. Todo el mundo me mira mientras espero a que me den la tarjeta para poder entrar al gimnasio. Miro a mi alrededor, solo se da boxeo. Hay todo tipos de chicos, pero casi no hay chicas. Curioso. Cuando por fin me dan la tarjeta entro a al vestuario de chicas. No hay nadie. Meto la bolsa en una taquilla, me quito la chaqueta y saco los guantes. Me pongo una coleta alta. Salgo de este, para enfrentarme a la mirada de todos los tios del gimnasio y algunas chicas. Algunos me sonrien, pero paso de ellos. Yo tengo novio o amigo o lo que sea que haya entre Ruben y yo. 

Con derecho a besarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora