Abro los ojos. Miro el reloj. Las seis menos cuarto. Dios. Enciendo la luz de la habitacion y veo la almuada negra de la mascara de pestañas. Voy al baño y me miro en el espejo. Tengo el maquillaje corrido y los ojos rojos e inchados. Me quito la ropa y me meto en la ducha. Abro el grifo y siento como el agua me va mojando cada parte de mi. Me apoyo en la pared de la ducha. ¿Por que me siento tan mal? Nunca he estado tan rota y tan mal. Vuelven las lagrimas. Niego con la cabeza y me termino de duchar. Salgo de la ducha y me visto con un pantalon de vestir negro y una camisa gris, de zapatos unos tacones altos de color negro. Voy al baño y me maquillo para que no se me note tanto mi mala cara. Bajo a la cocina y como algo. Son ya las nueve menos cuarto. ¿Cuanto tiempo he estado dentro de la ducha? Sonrio solo de pensarlo. Cojo la americana, el maletin, el movil y me voy a por el coche. Llego a los juzgados y entro a la sala. Salgo de los juzgados, todo el mundo me felicita. Hemos ganado el juicio. Estoy en las puertas a punto de irme, pero Alberto me frena.
-Sonia, ¿te vienes con nosotros a tomar algo?
-No, lo siento, estoy cansada, otra dia.
-Vale.
Me despido de el y me vuelvo a casa. Me quito la ropa y me pongo algo mas comodo. Son las cinco de la tarde. Cojo el movil y llamo a Maria, mi secretaria. Necesito relax.
-¿Si?
-Maria, soy Sonia.
-Dime, dime.
-Diles a todos que el resto de la semana no voy a ir a trabajar, quiero relajarme.
-Vale, no te preocupes.
-Bien.
-Por cierto, enhorabuena por ganar el juicio.
-Gracias.
-Nada.
-Bueno te dejo, Maria.
-Adios.
-Adios.
Cuelgo. Me pongo a ver la tele y me quedo totalmemte dormida.
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Con derecho a besarte
RomanceSonia, una abogada reconocida por todo el mundo. No cree en el amor ni en los hombres. Todo esto sigue en pie, hasta que concoce a Ruben. Un chico que vive el dia a dia. Completamente opuestos, pero perfectos para estar juntos.
