Estamos en el sofa sentados viendo la television. La verdad es que no la estoy haciendo mucho caso. Siento que Ruben sube su mano por mi espalda. Joder, que no suba mas, me duele, aun. Me curvo y me siento recta en el sofa.
-Lo siento.
-No pasa nada.
Ruben se levanta y apaga la television. Me coge la mano y me lleva a mi habitacion. Me coloca a un lateral de la cama. Me besa con pasion, me suelta la coleta y yo muevo la cabeza, para que el pelo se coloque. Me coge de la camiseta, me la quita y despues los pantalones. Le sonrio y le quito la camiseta y los pantalones. Nos besamos, el me agarra de la cintura, atrayendome mas a el. Yo jugeteo con su pelo. Me va tumbando poco a poco en la cama. Nos quitamos la ropa interior. Me besa el cuello y va subiendo hasta llegar a mis labios. Nos besamos con pasion. Siento como poco a poco entra dentro de mi. Oh, dios. Explotamos juntos. El cae encima mio, y rueda para quedar al lado mio. Me giro hacia el. Cierro los ojos, recuperando la respirancion. Abro los ojos y miro la hora, son las dos y cuarto. No me muevo mucho, no quiero despertarle. Me apoyo en la mano y miro como duerme. Ruben abre los ojos y sonrio.
-Hola.-murmura-.
-Hola.
-¿Pasa algo?
-No.
Acomodo la cabeza en la almuhada. Y se hace un silencio. Al rato Ruben se gira hacia mi y nuestro labios quedan a pocos centimetros.
-¿Te puedo hacer una pregunta? -dice con miedo-.
-Si, claro.
-¿Por que no te gustan las puertas?.
-Ruben, ya te lo he dicho.-suspiro-. Mi primer novio, cada vez que me veia hablar con alguien que no fuera el, me encerraba en una habitacion oscura. Desde ese momento, no me gustan las puertas.
-Hijo de puta.
-Ya.
-¿No dejas que te toquen la espalda?
-Sin ropa, no. Pero no es, que no deje, es que no lo soporto, me recuerda a cuando me lo hizo, no lo puedo evitar.
Ruben se acerca a mi y me besa, me da un beso dulce.
ESTÁS LEYENDO
Con derecho a besarte
RomanceSonia, una abogada reconocida por todo el mundo. No cree en el amor ni en los hombres. Todo esto sigue en pie, hasta que concoce a Ruben. Un chico que vive el dia a dia. Completamente opuestos, pero perfectos para estar juntos.