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La barcaza pobre
Casi como un constante recordatorio, y más parecido a una maldición impuesta, Giselle escuchó la pequeña voz de Camille en su mente una vez que el somnífero de sus secuestradores había hecho efecto.
Era casi como si ese extraño momento de inconsciencia le permitiera viajar a una dimensión desconocida donde su amiga la observaba preocupada rodeada de brillantes lucecitas que la perseguían cada vez que intentaba tomar la mano de Giselle, sin embargo, logró hablarle y, tal cual lo había hecho en ocasiones anteriores, Camille Hook le pedía una sola cosa a Giselle.
"Pelea, Giselle, pelea por tu vida"
La castaña sintió como su corazón se estrujaba cada vez que la dulce voz de su difunta amiga atravesaba sus oídos, quería poder gritarle que lo había intentado pero que sus fuerzas ya no eran las mismas y no sabría si ahora podía salir de esta con vida, ni mucho menos si podría cumplir su ansiado sueño de libertad.
Camille gruñó molesta, como lo había hecho en miles de ocasiones en el pasado ante la terquedad de su amiga, y sin siquiera preocuparle que las pequeñas luces a su alrededor la tomaran y la llevaran lejos de Giselle, se acercó con un solo propósito.
-Pelea maldita sea -gritó Camille golpeando la mollera de su amiga con gran fuerza.
Y entonces, ante la mirada furiosa de su amiga Giselle comenzó a sentir como el piso a su alrededor se agitaba de una forma peculiar que la hacía marear y, como si nunca hubiese estado con su amiga en un infinito espacio, despertó, en medio de una bodega oscura rodeada de barriles de vino y provisiones.
Sintió como su cabeza pulsaba en el lugar exacto en el cual Camille le había golpeado en su alucinación, sin embargo, había decidido no darle más vueltas al asunto y asumir que había sido por algún golpe que sus secuestradores le habían propinado.
Giselle ya tenía más que suficiente con los titanes, la guerra y sumarle una Camille Hook proveniente de otra dimensión guiando cada paso de Giselle, eso sí que sería una completa locura.
Intentó levantarse de su incomoda posición en el frío suelo de madera de la oscura y húmeda bodega. Sus extremidades estaban entumecidas y el constante vaivén del suelo no le permitían reaccionar con normalidad, pero, para su sorpresa no se encontraba amarrada ni mucho menos encarcelada, ella parecía ser completamente libre de gestionar cualquier movimiento.
Se aferró a un gran pilar de madera que atravesaba la bodega y se levantó con rapidez ignorando el hecho de que su estomago estaba delicado y en cualquier momento devolvería lo poco y nada que había alcanzado a comer ese día.
Pero en realidad ¿Qué día era? Se preguntó en su fuero interno ¿había pasado más de veinticuatro horas? ¿Quién quería secuestrarla? ¿y por qué?
Tanta pregunta la había mareado aún más y, en un sucio balde con agua estancada, vomitó la bilis de su estomago sintiendo el amargo sabor en su lengua. Giselle tambaleo con dificultad hacia el pilar de madera, el cual hasta el momento parecía ser su mejor amigo, y se dejó caer con fuerza al húmedo suelo y al vaivén constante.
¿Dónde estaba exactamente?
Enterró su rostro entre sus manos, apoyando todo su peso en sus cansadas rodillas y se permitió lloriquear unos minutos, asustada de todo lo que se venía para ella. No entendía porque le estaban sucediendo esas cosas, ni mucho menos porque la vida no le había permitido ser feliz junto al amor de su vida, ella simplemente quería tener unos días tranquilos a su lado y luchar contra los titanes juntos, porque a decir verdad, Giselle tenía más que suficiente con haber nacido en Paradis.
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Sueños sobre ti - Levi Ackerman
FanfictionLevi Ackerman nunca se imaginó que se encontraría en esa posición, con la espada en su cuello rogando por una muerte rápida entre sollozos desesperados, o al menos eso pensaba antes de conocer a Giselle Church. Ella le había entregado los mejores d...