No sé realmente por qué no lo he quitado de encima, en lugar de eso mis manos están aferradas a su cabello, siento como en su entrepierna empieza a crecer un gran bulto, por lo que con un rápido movimiento me alejo de él, jadeando y tratando de traer el aire a mis pulmones con una velocidad alarmante.
—Saskia. —Escucho su voz pero mi vista sigue fija en mis zapatos. Tengo que pensar, necesito aire. El prácticamente se ha lanzado sobre mí y me ha besado ¿cuán normal es eso?
No niego que es uno de los mejores besos que me han dado en la vida —contando únicamente los que me he dado con Luke —, pero esto está mal. Tengo 16 años, soy menor de edad y el puede meterse en problemas por el simple hecho de haberme besado.
—Y-yo... me voy. —Es lo único que puedo pensar, tengo que irme y tal vez no volver a poner un pie en esta casa.
Rápidamente me levanto del suelo, sintiendo como mis músculos se quejan ante el movimiento brusco, se que el esta mirándome, pero no pierdo el tiempo al salir de su habitación, tropiezo con las paredes y me maldigo por ser tan despistada y torpe.
Las fuertes pisadas del señor Wyrick se escuchan detrás de mí, pero soy lo suficientemente cobarde como para no fijarme si realmente viene detrás de mí, las escaleras parecen una trampa mortal a simple vista y no lo pienso cuando estoy a punto de poner un pie sobre ellas.
Una fuerte mano se envuelve en mi brazo cuando el equilibrio es arrancado de mis pies, si, él me estaba siguiendo y me ha salvado de una fuerte caída.
—Dios, tu realmente quieres morir. —Es lo que logro decir antes de que empiece a retorcerme entre sus brazos, su agarre se aprieta a mí alrededor, impidiendo que me aleje de él.
Suelto un chillido cuando no siento el suelo bajo mis pies, el señor Wyrick se mueve hasta una de las paredes cerca de la escalera, el no quiere que huya, pero es lo que necesito hacer en este momento.
—Quiero irme. —Musito y miro en otra dirección cuando soy presionada contra la pared detrás de mí. La respiración del señor Wyrick es un poco trabajada —Por favor señor...
—No me digas señor. Mi nombre es Joe. —El prácticamente gruñe mientras su frente se posiciona sobre uno de mis hombros —Te soltare lentamente, pero por favor. No corras.
No respondo, solo quiero que me suelte e irme a mi casa. Yo ni siquiera debería estar aquí. El no debió haberme besado. Eso simplemente no pudo haber sucedido.
Mis pies tocan nuevamente el suelo y cuando voy a girarme lentamente para hacer mi camino escaleras abajo, el señor Wyrick sujeta mi brazo.
—Saskia por favor mírame. —su voz suena completamente neutral, como si estuviera escondiendo sus verdaderos deseos. Cierro mis ojos por un momento tragando saliva. Sé que no debo mirarlo pero lo hago de todas maneras.
Su rostro esta surcado por un gran ceño fruncido, la preocupación baila en sus ojos y no pierdo de vista que se posan un segundo sobre mis labios.
—¿Qué? —Sus ojos nuevamente vuelven a los míos y el traga saliva.
—Se que debo disculparme, pero simplemente no puedo. Llevo imaginando ese beso desde que te vi llegar a tu casa. —Mis ojos se abren con sorpresa ¿Qué? —Se que estas asustada o simplemente confundida, pero te deseo.
—Es un error. —Me limito a responder él me mira como si fuera algo extraño, pero se aclara la garganta antes de continuar.
—No es un error, solo son 6 años de diferencia. —su mano se posa sobre mi mejilla, obligándome a levantar la mirada aun mas. El rostro de Joe se inclina sobre el mío, invadiendo mí espacio personal —¿Cuántos años se llevan tus padres?
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INTRINSIC © |EDITANDO|
RomanceÉl quiere a la inocente niña en sus brazos. Ella... ¿Caerá en sus encantos? Historia Registrada en Safe Creative. © All rights reserved. Se encuentra expresamente prohibida su reproducción, copia (total o parcial), publicación o modificación en cual...