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Epilogo: Saskia

5 años después.

—¡Felicidades a todos y cada uno de nuestros nuevos ingenieros! —Los aplausos y gritos no se hacen esperar, puedo ver a Mackenzie y a Joe observándonos desde los asientos y abrazo a Derek.

Ambos habíamos cumplido nuestra meta que era ser Ingenieros, al fin, luego de muchos esfuerzos, lo había logrado. Una de las tantas amigas que había hecho durante los años en la universidad, me abraza, gritando con fuerza mientras nos felicitamos mutuamente.

No veo el momento en separarme de ella y reunirme con Joe, quien simplemente me observa desde su lugar, aplaudiendo con fuerza.

Puedo visualizar a mi madre, Liz, Sofía y al pequeño Tom, al general peleando con Ethan y no puedo evitar sonreír, aunque era algo extraña, esa era mi nueva familia, la cual amaba más que a nada.

Cuando soy capaz de huir de toda la masa de recién graduados, me dirijo hacia Joe, prácticamente lanzándome sobre él cuando lo alcanzo. Sus largos y fuertes brazos se enredan en mi cintura y me eleva del suelo, para luego, presionar un largo beso en mis labios.

—¿Ya puedo decir que una ingeniera es madre de mis hijos? —Me rió sobre los labios de Joe, para luego separarme un poco, con cuidado,  elimino los restos del labios que manchan sus labios y asiento, mostrando mi mejor sonrisa—. Espera, cambia eso. Debo decir que tengo a la novia más hermosa del mundo y aumentar que es una ingeniera.

—Solo soy Saskia, la chica que logro terminar la universidad. —Sonrió, abrazando nuevamente a Joe, èl no pierde el tiempo y vuelve a apretarme contra él.

No podía quejarme de nada, tenia al mejor novio del mundo, la madre que cualquier persona desearía, los mejores amigos que alguien podría tener, unos suegros algo extraños, pero aun así sabían ganarse el cariño de las personas, Sofía, la cual me había ayudado durante los cinco años que habían pasado.

—¡Mamá!, ¡Mamá! —Y si, los hijos más hermosos que alguien podría tener, me giro aun con los brazos de Joe alrededor de mi cintura y camino, tratando de no tropezarme con los tacones, el pequeño Jayden de 5 años, me observa con sus grandes ojos azules y puedo ver como su labio inferior sobresale—. El belo tiene mi lado.

Liberándome del abrazo de Joe, me agacho un poco, tomando a mi pequeño hijo entre mis brazos, arreglo la camisa a cuadros que amenaza con salirse de su lugar y beso su mejilla, haciendo que este sonría.

—El abuelo es un viejo gruñón. —Murmuro, haciendo que mi pequeño hijo sonría—. Papá llevara a ti y a Kayden a comer una pizza ¿Vale?, ahora, ¿Dónde está tu hermano?

—Tío Ethan. —dice, señalando el camino que había recorrido hasta nosotros con su pequeña mano, soy capaz de ver al castaño conversando con una rubia mientras carga a Kayden, quien sonríe de manera coqueta.

—Voy a matarlo, Joe. —digo, y Joe asiente, Le entrego a Jayden quien gustoso se aferra a su padre y bajo la mirada de ambos, camino hacia Ethan. Cuando este se da cuenta de mi presencia, palidece con rapidez, la rubia gira su rostro en mi dirección y borra la sonrisa de su rostro.

—¿Qué haces con mi hijo, Ethan? —Él, abre la boca, buscando una respuesta, pero la cierra en cuanto lo fulmino con la mirada. Tomo a Kayden, quien estira sus manos en mi dirección y sonrió hacia la rubia—. El no tiene hijos y no es padre soltero, cariño, búscate a alguien menos idiota.

—¡Saskia! —Escucho a Ethan quejarse, pero tiro de su brazo, alejándolo de la rubia estupefacta que mira en nuestra dirección—. Joe, debes controlar a tu novia.

—Ella te lo ha dicho, Ethan. —Dice, para tomar a Kayden en su otro brazo, luego suelta una risa cuando mira a su mejor amigo—. Enserio, ¿Cuántas veces te ha golpeado por lo mismo?