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Capítulo 40: Saskia |Final|

—Saskia necesito que pujes. —La voz de la doctora suena lejana, pero aun así soy capaz de escucharla, mi mano aprieta con fuerza la de Joe y pujo, sintiendo el extraño tirón en mi vientre que me hace soltar un nuevo insulto.

—Nena, lo estás haciendo bien.

—¡Cierra la boca, Wyrick! —Grito, liberando un nuevo quejido de dolor. La habitación anterior había sido reemplazada con rapidez por un quirófano, algo que me tenia sumamente nerviosa, pero al mismo tiempo era algo que no podía preguntar. No quería enterarme de malas noticias, no esta vez.

Podía sentir el dolor en cada parte de mi cuerpo, ciertamente, tener bebes no era algo que me gustaría volver a hacer, podía sentir la incomodidad entre mis piernas, como si algo tratara de partirme por dentro.

—Saskia, estas lista para tener a los bebes, pero necesitas pujar. No quiero intervenir con una cesaría. —Mi atención es colocada sobre la doctora y lo único que planeo es ahorcarla con el cinturón de Joe.

Siento como limpian con suavidad el sudor en mi frente y nuevamente Joe aprieta mi mano cuando doy un tirón de la suya.

—¡Ahhh! —Mi voz suena extraña a mis oídos, pero no me distraigo, puedo sentir algo removerse en mi estomago y una de las enfermeras se acerca a la doctora.

El dolor amenaza con hacerme desmayar, pero el simple hecho de querer conocer a mis hijos me mantiene completamente lucida, y lista para cargarlos entre mis brazos.

—Una vez más, Saskia. Veo la cabeza del primero. —Cuando la doctora toca nuevamente mi pierna, pujo con más fuerza, el fuerte tirón me hace volver a pujar y es cuando la risa de la doctora se hace presente, para luego verse opacada por un fuerte llanto.

Los ojos de Joe y los míos se encuentran con lentitud y una sonrisa tira de mis labios, Joe se inclina en mi dirección y deposita un beso en mis labios, no paso por alto las lagrimas que se aglomeran en sus ojos.

—Jayden. —Ambos musitamos al mismo tiempo, presionando nuestras frentes juntas.

—Joe, necesito que vengas a cortar el cordón de...

—Jayden. —Joe completa, soltando una risa y limpiando el exceso de agua en sus labios, sus labios se presionan nuevamente contra los míos y lo escucho murmurar un "Te amo", las voces se ven silenciadas por un momento y me siento eufórica.

Los latidos de mi corazón podían escucharse alrededor de un estadio por la intensidad con la que latía.

Ya tenía un hijo... uno de dos.

Soy capaz de sentir un nuevo tirón y un quejido escapa nuevamente de mis labios, Joe aparece en menos de un minuto en mi campo de visión con una sonrisa en su rostro, su mano encuentra la mía nuevamente y la aprieta con suavidad.

—Saskia, se que puedes hacerlo, este bebe ya quiere nacer. —Joe murmura algo que no soy capaz de entender pero termino asintiendo.

El quejido de Joe en cuento aprieto su mano me hace reír por un momento, pero cuando un nuevo tirón aparece, puedo sentir como el dolor se vuelve a apoderar de mi cuerpo.

—Otro más, Saskia. —Escucho la voz de la doctora, pero niego con la cabeza, completamente agotada.

—N-no puedo... —Puedo sentir mis parpados pesados y escucho la voz de Joe demasiado lejana... como si en realidad no la estuviera escuchando. Dos suaves golpes son atestados en mi mejilla y parpadeo con rapidez, alejando el cansancio de ellos.

—El pavo estará delicioso. —Lo escucho decir, el par de ojos azules me observan con intensidad, las lágrimas en ellos no pasa desapercibida, mucho menos cuando puedo ver una lágrima resbalando por su mejilla—. Tienes que llevar a Derek al dentista, Saskia.