Capitulo 11: Saskia

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Eres mía.

Esas palabras seguían rondando mi mente desde hace mas de una semana, una semana en la cual no había visto a Joe y no es por qué no quisiera, él simplemente desapareció.

Su casa está completamente sola y me pregunto que habrá pasado con Zeus. Lo único que me tranquiliza es que su auto continúa en su lugar, nadie lo ha movido.

Realmente no sé por qué me hice ilusiones con un hombre como Joe, es simplemente inalcanzable para mí, él figuraba mas como un amor platónico; el cual me había metido mano y había desaparecido.

Tal vez no le gusto. Tal vez se dio cuenta de que no soy suficiente para él. Tal vez solo se aleja por qué no soy lo suficientemente importante como para arriesgarse a tener algo conmigo.

—¿Puedes dejar de jugar con tu comida? ¿Qué ocurre? —La voz de Mackenzie me saca de mis pensamientos y aunque es lo menos que quiero hacer; le sonrió.

—Nada, solo estoy un poco cansada. No dormí mucho estudiando para el examen de cálculo. —Ella rueda sus bonitos ojos cafés y me mira como diciendo "¿Enserio? ¡Puedes hacerlo mejor!".

—Bien. Hare como si no hubiera preguntada nada. Pero soy tu mejor amiga ¿Vale? Cuando quieras hablar ahí estaré. —Aprieta mi mano suavemente y me brinda una sonrisa.

Mackenzie es mi mejor amiga, sabía que podía confiar en ella, aunque éramos totalmente diferentes nos complementábamos entre nosotras. La hamburguesa frente a mi trae el recuerdo de Joe; él día que invito a comer.

—¿Cómo van las cosas con Derek? —Si, al menos había conseguido que mi mejor amigo me hable nuevamente, él se disculpo por lo ocurrido aquel día y decidió que yo tenía razón. No podíamos salvar algo que no existía.

Mackenzie suspira con dramatismo.

—Se que también es tu mejor amigo, pero ¿enserio es tan niña? Digo ¿Qué hombre llora viendo Crepúsculo? —Una risa se libera de mis labios.

—Derek. —Respondo y ella rie —Él realmente es uno de los hombres más sensibles que podrás conocer, sin olvidar que es adicto al chocolate.

—Hablando de chocolate. —Ella mira la pantalla de su teléfono y sonríe de oreja a oreja —Es jueves, tu madre sale después de las 3, son las 4 ¿Puedo ir a rogarle de rodillas que haga un pastel de chocolate?

Pongo los ojos en blanco y soltando un suspiro, irritada asiento lentamente. Ya no tengo apetito y realmente ver la hamburguesa me está dando nauseas. Ella responde con un gritito y cuando menos lo pienso estoy siendo arrastrada por el tornado Sullivan.

Los autobuses son lo suficientemente rápido, lo único malo es que nos dejo a unas cuantas calles de mi casa, Mackenzie no parece importarle ya que solo habla sobre el pastel.

Sé que mama estará encantada con la idea de hacer un pastel. Ella realmente ama hacer pasteles, lo único que yo no logro entender es por qué no coloca una pastelería, le iría mucho mejor que como enfermera.

—¿Iras? —Escucho la voz de mi mejor amiga y frunzo el ceño.

—¿A dónde? —Ella suelta un bufido y la veo rodar los ojos.

—Saskia, vengo hablando de la fiesta de esta noche y tu solo me ignoras. —Buen punto. Pero no lo hago a fuerza, simplemente mi cabeza parece tener vida propia desde hace una semana.

—Lo siento. —Murmuro en voz baja. Pienso en la fiesta ¿Qué tan malo sería ir a una fiesta? Toda mi vida siempre ha sido estudios, casa y pasar tiempo con mama —¿De quién es la fiesta?

INTRINSIC © |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora