Capítulo 30: Saskia

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—¡Saskia, ya estoy abajo! —La voz de Alison se escucha con fuerza desde el primer piso, suelto un gruñido, subiendo mis jeans y terminando de abrocharlos.

—¡Bajo en un momento! —Sacudo mi cabello, quitando el exceso de agua y lo dejo caer en mi espalda, coloco con rapidez mis converse y estoy lista, lista para volver al hospital luego de una ducha.

Tomo mi celular y la bolsa de gomitas que había comprado antes de llegar a casa y me dispongo a abandonar la habitación. Jack había ido a trabajar por lo que Alison se había encargado de traerme a casa para que tome una ducha.

Bajo los escalones de dos en dos, encontrándome con Alison cargando al pequeño Tom, quien me observa con sus grandes ojos cafés. No puedo evitar sonreír y tirar con suavidad de una de sus regordetas mejillas.

—¿Lista? —Asiento, mostrando mi mejor sonrisa—. ¿No te importaría llevar a Tom? Lo saque del auto por qué vomito el asiento de bebes. —Observo a Alison por un momento, pensando muy bien mi respuesta. Apenas habían pasado dos días desde que Joe salió de aquella sala de operaciones y se encontraba algo mejor, aunque continuaba adolorido.

—Está bien. —Respondo, regalándole mi mejor sonrisa a Alison. Ella había sido paciente durante estos días, era hora de que le regresara algo de eso. Le entrego la bolsa con dulces, apartando los mechones de mi callo y tomo al pequeño Tom en mis brazos.

Había sujetado bebes antes, pero saber que Tom tenía una parte de mi, una parte que Jack nos había dado a ambos, era algo totalmente diferente. En cierto punto Tom era parte de mí.

Maniobro con cuidado a mi hermano de menos de dos meses y saco mi teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón, abro la aplicación de la cama y se la entrego a Alison, ella se sorprende un poco al ver mi teléfono extendido en su dirección, pero lo termina tomando.

—La primera foto de los Almeric. —El flash golpea mi rostro y no puedo evitar parpadear, la primera foto en mucho tiempo—. Sin dudas son hijos de Jack.

—Me parezco más a mamá. —Murmuro en voz baja. La incomodidad en Alison llega de golpe y la observo boquear un poco—. Lo siento yo...

—No. —Ella sonríe—. Está bien, se que te pareces mas a tu madre, pero Jack está presente en tus ojos y en tu sonrisa, son idénticas. —Asiento, dándole la razón, por que era cierto. Aunque yo sea una gota de agua con mamá, el ADN de Jack había hecho las suyas en el mío.

—Tom se parece un poco a mí. —Digo, observando el rostro de mí hermano menor—. Tenemos los ojos grandes. —Alison sonríe, observándonos por unos cortos segundos.

—Tenemos que irnos, debo dejarte en el hospital y luego ir a comprar pañales para Tom. —Asiento, haciendo mi camino hacia la salida cuando Alison nos abre paso.

El sol de Barcelona golpea mi rostro, pero camino con rapidez hacia el auto, Alison me alcanza con rapidez, abriéndome la puerta trasera del auto. Una vez dentro, acomodo a Tom en mis brazos, sujetándolo contra mi pecho.

El pequeño moreno en mis brazos enreda una de sus manos en los mechones sueltos de mi cabello, pero no tira de ellos, simplemente se queda ahí, recostado sobre mi pecho mientras sujeta mi cabello.

Un recuerdo de la conversación que tuve con Sofía viene a mi mente, la mención de gemelos de parte de Joe. Él, bebes y yo en la misma ecuación.

Amaba a Joe, pero el hecho de adelantar mi vida hasta ese paso me asustaba. Si, quería formar una familia con él, ser feliz, pero también estaba mi sueño, lograr ser una ingeniera, terminar todos mis estudios.

Y los bebes no entraban en esa ecuación, al menos no aun.

***

—Enserio voy a ponerme celoso y eso que es tu hermano, morenita. —No puedo evitar reír ante la voz ronca y adormilada de Joe, el me observa con sus ojos entrecerrados desde la cama de hospital.

INTRINSIC © |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora