9.

75 12 2
                                    

YoonGi al igual que Taehyung se encontraban sentados en la grande pero sobre todo elegante sala -sala que era parte de aquella casa que el pelirubio había comprado como regalo para SeokJin hacía casi dos años- cada uno sosteniendo entre sus dedos una ligera pero fina copa de vino.

—Cosecha 56, nada mal  —elogiaba Taehyung, rompiendo así el silencio entre el pelirubio y él, quién miraba una y otra vez el reloj sobre su muñeca izquierda —Ya me dieras, ¿que hacemos aquí? ¿A quién o que esperamos? —interrogaba.

Tan pronto terminaba de hablar, el timbre de la puerta sonaba, resonando estruendosamente por todo el lugar.

—Por fin llegó —susurraba, dejando rápidamente su copa sobre la pequeña mesa de noche al centro de la habitación, apenas permitiéndole oír a Taehyung sus palabras.

El menor repetía la acción del mayor y dejaba tranquilamente su copa de vino sobre la mesita de noche al frente de él.

Con cuidado oía como la puerta principal se abría lentamente, dando paso a la voz de YoonGi y a otra más, una voz que no era del todo desconocida.

—Pasa —mencionaba el mayor desde la entrada de la casa.

—Gracias —pronunciaba aquella otra voz, la cuál al volver a oírla se le hizo un poco más conocida que antes, la había oído antes ese día, estaba seguro.

La mirada de Taehyung se posó inmediatamente sobre la entrada de la sala, esperando por saber que es lo que estaba pasando.

—Buenas noches —saludo cordial y serenamente el invitado.

Si antes el pelinegro estaba confundido, ahora lo estaba más e inclusive pérdido, era oficial que no entendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo.

Con calma comenzaba a levantarse del sofá, centrando su vista en YoonGi, quién estaba tranquilamente al lado del otro pelinegro en aquella sala.

—Jung Hoseok —mencionaba, sintiendo los vellos de sus brazos a flor de piel.

—Por favor —le indicaba el pelirubio a la visita para que se sentará donde quisiese, siendo ese lugar nada más y nada menos que frente a Taehyung, quién seguía mirándolo con desconcierto y sorpresa.

—¿Quieres algo de tomar? ¿Agua, vino?

—Agua está bien.

Recibiendo tan sólo un asentimiento por parte de YoonGi, esté se abrió paso en dirección a una pequeña mesilla de vidrio que se encontraba en la esquina del gran sofa de color marrón, donde yacia una jarra mediana de vidrio con un nivel de agua medio, con un par de elegantes vasos de vidrio al lado.

—Gusto en volver a verte Taehyung —mencionaba suavemente, relamiendo sus labios.

—¿De que me perdí? —una pequeña sonrisa salía de los labios del pelinegro al mirar primeramente al hombre frente a el, seguido del hombre unos metros lejos, el cuál le daba la espalda.

—Tranquilo, no te has perdido de nada aún —volvia a hablar Hoseok —Gracias —agradecía al recibir el vaso de agua que el pelirubio frente a él, le extendía.

—Entonces, ¿que es lo que hace aquí? Tenía entendido que el contrato se firmaría el día de mañana en su empresa, junto a su esposo —articulaba sin el más mínimo afán de ofender por sus primeras palabras —¿YoonGi? —llamaba al pelirubio, ganándose una simple señal de que guardará silencio.

—Hace aproximadamente dos años, conocí a un chico muy lindo de al parecer mi misma edad —iniciaba, admirando como los ojos del pelinegro frente a él se abrían en sorpresa —Una persona que yo creía buena e incapaz de hacer algo como lo que hizo, me lo presentó —pauso, guardando silencio unos segundos —O más bien, me lo vendió —corregía con una ligera sonrisa triste sobre su rostro —No supe quién era en ese entonces, hasta que lo investigue —pausaba —Kim SeokJin, heredero del imperio Kim, proveniente de Seúl. Estaba culminando sus estudios en Cardiología en una de las mejores Universidades de Seúl. Él era...

—Es —corrigio Taehyung.

—Lo siento... Es por mucho lo que cualquier hombre o mujer pudiera pedir jamás —fijando lentamente su vista en YoonGi —Supe que estaba comprometido contigo poco tiempo después —continuó —Pero apesar de saber eso, no pude hacer nada y lo lamentó en verdad.

—¿Por qué no pudiste hacer nada? —interrogaba Taehyung.

—Una de las condiciones o más bien amenazas era que no podía contactar a YoonGi, ni yo, ni Jin, eso en dado caso de que él recuperará la memoria.

—¿Ha recibido tratamiento para la memoria?

—Sí, pero no sirvieron de mucho las terapias pues todo lo que lo rodeaba, era falso. Servían realmente de muy poco.

—¿Muy poco?

—Él los recuerda de cierta manera YoonGi, no puede ver sus caras en sus recuerdos, pero sabe bien que fueron personas cruciales e importantes en su vida.

—Somos —volvió a corregir el pelinegro.

—No —hablo el pelirubio, bebiendo un sorbo pequeño a la copa de vino entre sus dedos —Ya no lo somos más.

—Pero van a volver a hacerlo, antes yo no pude hacer nada porque simplemente era yo, pero ahora están ustedes.

—¿Cómo sabes que esa persona que te lo vendió no los sigue vigilando? —abordo de inmediato YoonGi.

—Porque nos hemos ganado su confianza, porque piensa que ya no dejaría ir a Jin por nada del mundo y aunque así lo creí hace un tiempo, por todo el tiempo que pasaba con él, ahora se y entiendo que lo que más me importa es verlo bien al igual que feliz y su felicidad no es conmigo, sino contigo YoonGi.

—¿Cómo sabes eso? Él ha tenido tiempo de sobra para enamorarse de ti. Taehyung se enamoró de ti en muy poco tiempo —soltaba sin cuidado, haciendo sonrojar a ambos pelinegros en especial a Taehyung, quién comenzaba a removerse incómodo en su lugar.

Mientras que Taehyung pensaba firmemente en qué más tarde mataría a YoonGi por ser tan imprudente, Hoseok seguía hablando, haciendo caso omiso de la confesión del pelirubio, después lo hablaría con el pelirubio frente a él, pues aunque no lo pareciera, le interesaba mucho aquella confesión.

—Jin, no me ama, no está enamorado de mi, simplemente siente admiración por mi, me quiere y nada más, se distinguir bien una emoción de otra, créeme.

—YoonGi, te lo dije hace poco. No dudes de el amor que te tiene Jin, el cuál es fuerte y aún sigue ahí en el fondo de su corazón pero sigue, sólo necesitas despertarlo.

—¿Y como hago eso? —la histeria empezaba a apoderarse un poco del pelirubio, odiaba sentirse así de impotente ante toda esta situación.

—Cortejalo discretamente, nadie como tú sabe lo que le gusta, por su esposo no tienes que preocuparte —Hoseok, mencionaba con una sonrisa pequeña en su rostro, ganándose tanto la mirada del pelirubio como la del pelinegro.

—Lo haré, pero también necesito saber quién ocasionó todo esto, quién me separó de él —añadia, centrando su atención en la pequeña chimenea de la sala —¿Quién te lo vendió?

—Mi hermana, una hermana de la cuál no supe de su existencia hasta unos meses antes de conocer a Jin —levantandose con calma, avanzaba hasta el pelirubio —Su nombre es Kim So Hyun.

—¡¿Qué?! —exclamaba con sorpresa Taehyung —YoonGi, ¿recuerdas ese nombre?—interpelaba rápidamente, ganándose una pronta e instintiva mirada del antes mencionado.

—¡Claro que la recuerdo! —la furia retenida en Min, lo hizo cerrar fuertemente los puños —¡Esa mujer tuvo el cinismo de ir al hospital después del accidente de Jin, le lloró ahí mismo frente a nosotros! —gritaba fuertemente, mientras estrellaba uno de sus puños contra el espejo que había arriba de la chimenea, rompiendo el mismo en varios pedazos, con los nudillos de su mano sangrando y con vidrios incrustados en los mismos.

Love Again ꒱ YoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora