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Son alrededor de las 6 de la mañana, al menos eso es lo que parece por los pequeños rayos de luz de sol que están comenzando a iluminar la zona norte en el cielo. El cielo ya está tomando su clásico azul claro de verano, las escasas nubes sobre el son claras y blancas, como un algodón. El aire frío de la mañana es algo reconfortante para YoonGi, ya que puede sentir claro como es que los bellos de sus brazos largos empiezan a herizarse por el contacto directo del aire con su piel.

—¡Hace frío! —exclama el pelinegro al otro lado del auto de YoonGi, quién desde a noche no ha dejado de seguirle.

—Taehyung pensé que íbamos a ir a Daegu cada uno por su lado, en su propio auto —suelta el rubio, intentando que el tono de su voz no suene grosero.

—Me temo mucho que pensaste mal —menciona el menor mirando a YoonGi directamente a los ojos, la cual es una mirada divertida —. Abre que me congeló —pide, sacándole inevitablemente una pequeña sonrisa al mayor.

TaeHyung ni siquiera le puesto atención a las palabras del rubio.

Desde la estancia de YoonGi en el departamento de TaeHyung la noche anterior, el menor se dedicó a engañarle. Preparó tranquilamente su maleta en su presencia mientras conversaban sobre lo que harían al llegar a las empresas Jung. Le compañó hasta el estacionamiento con todo y maleta con el pretexto de dejar su equipaje de una vez en el auto, con la pequeñísima omisión de que sería en el auto de YoonGi, de igual forma que pasaría la noche en su departamento y que finalmente se irían en el mismo auto hasta Daegu.

—¿Por qué no puedes manejar tú, tu auto hasta Daegu? —pregunta Min, observando como lentamente TaeHyung subía al auto.

—¿Porque ir solo sí puedes contar con mi excelente compañía? —cuestiona, al mismo tiempo en que enciende el aire acondicionado con una sonrisa enorme sobre su rostro.

Y ciertamente YoonGi podía negarle eso, después de todo ambos se habían acompañado en los momentos buenos y malos, muy a pesar de los años y lo que ambos habían perdido.

—Es bueno que hayamos podido convencer a los padres de Jin de quedarse aquí, en vez de ir a Daegu —agrega Tae, mientras abrocha con cuidado su cinturón de seguridad.

—Sí, debemos saber que ocurrió estos años con Jin... —menciona el contrario, sujetando bien entre sus manos el cinturón de seguridad a su lado, pasándolo lentamente por la parte delantera de su cuerpo.

—¿Y tú? ¿Cómo estás? —Escuchando las preguntas que TaeHyung le está haciendo, YoonGi permanece en silencio.

El trayecto pronto se volvió tranquilo y callado. El mismo rubio no ha respondido a las preguntas de TaeHyung y él tampoco ha pedido que lo hiciera, debido a que sabía que entendía a la perfección el porque de su silenció.

El sol está comenzando a caer diferectamente sobre el auto, dislumbrando velozmente la vista, haciendo al mayor bajar la visera de su lugar, en tanto TaeHyung intenta acomodarse fallidamente sobre el asiento.

Los nervios en ambos son evidentes, no saben cómo es que van a reaccionar una vez que tengan frente a ellos, a Jin.

Dejando pasar una hora y media, entre música, leve plática y una que otras risas, por fin su trayecto parece estar finalizando en las empresas Jung, con nada más que un gran manojo de nervios.

Recordando las palabras del investigador privado, YoonGi espera que Jin acompañe a su esposo al trabajo como varias veces suele hacerlo. Aunque ciertamente el solo pensar en aquello le produce a YoonGi un dolor estomacal. Su, Jin, ya no es más su, Jin, ahora es de otra persona, algo que sinceramente nunca penso que podría llegar a pasar.

Love Again ꒱ YoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora