18.

83 13 6
                                    

Las pupilas de YoonGi rápidamente se dilatan en clara señal de miedo, miedo de que yo sea solamente una alucinación de su mente de que el haberlo llamado “Gi” sea nada más y nada menos que una mala pasa de su mente.

La distancia entre YoonGi y yo es de aproximadamente cinco metros, metros que intentó hacer un poco más cortos, dando un par de pasos al frente sin embargo notó que cuán pronto me acercó, él se aleja, haciendo la distancia igual o un tanto más larga que antes.

Posando mi vista en él, me permitió observa que su linda y vivaz mirada no está sobre mí, sino sobre el suelo, al mismo tiempo en que toma aire muy pronunciadamente.

Cerrando sus ojos rápidamente, observó la presión que ejerce para mantenerlos así. Dando un par de pasos pequeños hacía a mí, estira con miedo uno de sus brazos, mientras que con el otro se ayuda a no abrir los ojos.

Colocando su mano izquierda sobre mi pecho, empieza a deslizarla muy lentamente hacia arriba, tocando primeramente mi cuello descubierto, tomándose totalmente su tiempo, subiendo ahora a mi barbilla, seguidamente de mis labios, los cuales acaricia con devoción.

Cada centímetro de mi rostro es gentilmente tomado y acariciado suavemente por las manos de YoonGi, mismas que tiemblan ante la más leve expresión o asentimiento de mi parte.

—Soy yo —susurro, una vez que hay una distancia prudente entre mis labios y su oreja izquierda.

Abriendo sus ojos temblorosamente, puedo ver lo dilatadas que siguen sus pupilas por el miedo y nervios de la situación.

—Profesor Min... ¡Que guapo es que está usted! —exclamo, lo suficientemente bajo para que esté momento sea sólo de nosotros.

—¿Alumno Kim SeokJin?

—Dígame —musito, tan cerca de sus labios que siento ambos vamos a desfallecer.

—¿En verdad eres tú?

—Lo soy...

—No eres producto de mi imaginación, porque si es así no quiero despertar de esta maravillosa alucinación...

—Mírame —pido en extremo silencioso —¿Parezco producto de tu cabeza?

Meditandolo seriamente unos segundos, finalmente abre la boca —No, ni drogado podría hacer una imagen tan perfecta de ti —bromea, cosa que en verdad agradezco porque me demuestra a mí también que no es un sueño, que es real.

—Extrañe tanto al Min YoonGi romántico —añado, poniendo mi frente sobre la suya.

—Seguramente, aunque dudo que fuera tanto como yo te extrañé a ti, mi estudiante favorito.

—Ah, ¿era tú estudiante favorito?

—Sí, ¿en verdad no se notaba? —aborda, deleitándome con una linda sonrisa al final.

—No, no se notaba. Disimula muy bien profesor.

—Ya lo creó —menciona un tanto seco —¿Cuándo? —pregunta muy de pronto, que por un momento no se de qué habla.

—¿Cuándo? —repito perdidamente.

—¿Cuándo recuperaste la memoria? —desenlazando nuestras manos, siento como un vacío se instala en mi pecho.

Centrandose primera y fugazmente en mis labios, voy notando lo brilloso que se van poniendo sus ojos, seguidamente de que sus dedos van acariciando la parte baja de mi rostro, haciéndome cerrar los ojos ante su suave tacto.

—Hoy por la mañana —respondo —Justo cuando llegué a la empresa, momentos antes de que me enviaras aquél mensaje.

—¿Cómo fue?

—Una ola de pensamientos o más bien recuerdos sobre mi familia, sobre ti, sobre nosotros —sus dedos hábiles, acarician tiernamente mis labios.

—Así que fue por eso que supiste cuál era mi café favorito —añade, totalmente espectante a mis palabras.

—Quería decirte tan pronto nos vimos pero... —callo, deteniendo abruptamente mis palabras, sabiendo que he cometido una indiscreción o tal vez no.

—¿Pero?

—Kim So Hyun —apenas la nombró, la mandíbula de YoonGi se tensa, en clara muestra de disgusto —Ella, ¿que tiene que ver en todo esto?

—¿Por qué la mencionas? —alega.

—Porque me hizo un interrogatorio total, sobre porque motivo, razón o circunstancia estaba charlando contigo en la empresa de mi... ¿marido?

—Entonces, ¿fue por ella que no regresaste?

—Sip.

—¿Y que respondiste a las preguntas que te hizo?

—Recuperé la memoria, pero no me olvidé lo que pasó durante ese tiempo —me burlo, deshaciendo un poco lo tenso en sus hombros.

Quitando con sumo cuidado la sábana encima de su pequeño sillón individual, lo invitó a sentarse primeramente, mientras que yo me acomodó encima de sus fuertes y torneadas piernas.

—Le dije que apenas tenía una semana que te conocía, que recientemente habíamos hecho un negocio tú y yo, que beneficiaba a personas con bajos recursos —relato, depositando un beso trás otro, sobre su blanquisco cuello.

—Ajá.

—Que apenas te trataba, que justo estábamos afinando unos detalles del proyecto —desabotonando los tres primeros botones de su limpia y linda camisa blanca, inicio un tranquilo descenso de besos y caricias que lo hacen estremecerse totalmente debajo de mí —Y, ¿por qué seguimos hablando de ella? —susurro, aflojando el seguro de su cinturón negro, quitándolo velozmente —Recuperemos el tiempo pérdido —ofrezco, al mismo tiempo en que soy tomado por la cintura por las ágiles manos de YoonGi.

—¿Que quieres? —aborda, tan sensualmente que me es inevitable no acercarme a sus labios y mutilar sutilmente uno de ellos.

—Que me hagas el amor —replico —Pero sobre todo, que estemos juntos, que no nos volvamos a separar nunca, por nada del mundo —cito con nostalgia.

Levantándose con esfuerzo del pequeño sillón, conmigo entre sus brazos, afianzó bien mis piernas a su cadera del mismo modo en que él sujeta bien mi cadera entre sus brazos —Ni loco me vuelvo a separar de ti —alude, besándome tan delicadamente que me siento a morir.

—¡Ni loco he! —clamo

—Es más, casemonos ahora mismo —pide, sin dudar.

Guardando silencio unos segundos, vuelvo mi mirada a sus brillantes ojos —Me parece una excelente idea pero...

—¿Pero? —reclama con un puchero entre sus labios.

—Pero, ¿podemos tener nuestra luna de miel ahora?

Love Again ꒱ YoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora