VI

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En un momento camino por el pasillo y en el otro me encuentro siendo estampada contra el piso del baño de mujeres. Pasa tan deprisa que no tengo tiempo de reaccionar antes de escuchar el clic del cerrojo de la puerta. Estoy encerrada, pero no sola; Ashley, Britney y otras dos chicas rápidamente me levantan y me sujetan obligándome a mirarme al espejo. Ashley habla primero.

-Eider... ¿Te crees mucho, ¿no? Ya conocemos tu sucio plan y créeme, no nos gusta nada.

- ¿Plan? Yo no tengo ningún plan. Por favor déjame ir, no seas ridícula.

- Ah, ¿no? Pues no parece. No te atrevas a mentirme mosquita muerta, sé perfectamente lo que deseas hacer. ¿Quieres tener a Mark? ¿A George? No, quieres tenerlos a todos, ¿verdad? - dice Britney.

-Esto no es una competencia para ver quién es la más puta de todas. Solo somos amigos, no me interesan, se los dejo, pero suéltenme ya- pido otra vez. Mi cerebro me dice que no empeore las cosas, sin embargo el comentario sale de mi boca antes de que pueda frenarlo- además, si todos ellos se acercaron a mí primero que a ustedes será por algo, ¿no lo crees Ash? Quizá sea por ese nido de pájaros que haces pasar por pelo platinado "natural".

Les presento a Eider Dilexit, muy inteligente para muchas cosas, pero ahora mismo la más idiota de todas.

Ashley estalla en un grito de furia pura, el demonio sale de su interior.

- ¡Perra andrajosa! ¿Te sientes mucho no? ¡No eres nadie! ¡No eres más que una puta sucia fácil del tamaño de una pulga que necesita llamar la atención para que la miren!

Duelen, sus palabras duelen. Pero no me quedaré callada, estoy a punto de responderle cuando Lindsay aprieta más mis muñecas haciendo que suelte un gemido de dolor.

-Ya es suficiente Ashley, sujétala y déjame a mí.

A regañadientes, ella le hace caso. Lindsay se pone enfrente mío, cara a cara. Muy cerca. Levanta mi mentón obligándome a mirarla a los ojos.

-Una cara bonita, aunque no lo suficiente como para destruirla. O bueno, quizá tan solo un poco- me pega una cachetada, grito nuevamente- Ah, mucho mejor, pero aún no termino contigo.

Camina alrededor mío observando cuidadosamente. Frena a mi derecha y me agarra un mechón de pelo para mirarlo más de cerca.

-Qué bonito pelo tienes. Tan extenso, sedoso y brillante; se nota que lo cuidas bastante. Pero me parece que lo es demasiado largo, creo que te hace falta un corte, ¿Ustedes que opinan chicas?

Ellas ríen, las lágrimas ya corren por mis mejillas como ríos salados. No importa cuánto grite, les suplique y trate de escapar, no puedo frenar aquello. Solo me queda tratar de aguantar aquella crueldad sollozando quieta en mi lugar y esperar a que se dignen a soltarme. Sacan de no sé dónde una tijera y entre risas empiezan a cortar un mechón tras otro hasta que mi cabello ya no toca mis hombros. Al menos tienen la delicadeza de no dejarlo irreparable.

Mi pelo, mi preciosa cabellera se fue, ya no está. Había tardado años en dejarlo crecer. Me costó mucho esfuerzo tenerlo cuidado y bello como lo tenía. Era una de las cosas que me hacían sentir más bonita y que me daban autoestima día a día. Ellas no lo saben, no tienen ni idea de lo que han hecho. Tampoco les importa; lo único que ven es un enemigo, una chica que quiere quitarle sus novios y amenazar su popularidad.

En algún momento se hartan y me dejan ahí tirada llorando, no sin amenazarme previamente para que no dijera nada. Unos minutos después me largo de allí, paso por mi casillero para sacar mis cosas y poder marcharme. Veo el ramo de rosas que hace unas horas me hicieron sentir feliz y amada. Me derrumbo, abrazo las flores y dejo salir todo. Ya no importa, todos se fueron. Agarro mis rodillas y oculto mi cara entre ellas; me doy el gusto de llorar un poco más antes de irme a casa. Veo una sombra que retrocede cuando cruzo la puerta de salida, pero no le doy importancia. Me encuentro cansada de tanto berrear.

Guía para enamorar a Eider (GUÍA PARA AMAR #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora