VIII

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Viernes y mi cuerpo lo sabe. Bueno, no mi cuerpo, la escuela entera. Hasta ayer, el colegio era un edificio aburrido e insípido lleno de adolescentes amargados; hoy es un lugar completamente decorado con azul y dorado: los colores del instituto. La emoción se siente en el aire y no es por nada. Hoy a la noche se inaugura la temporada de soccer con el primer partido superclásico "Hastings School vs Harrow School". Odio admitirlo, pero los chicos de Harrow son buenos; nos han ganado dos años consecutivos, aunque no dejaremos que eso vuelva a pasar. Cuando llega esta época del año, no puedo evitar emocionarme al máximo por los partidos. Mi amor por la pelota ha estado siempre en mis raíces.

El día transcurre malditamente lento hasta que las clases terminan. Todos se van a sus casas a tratar de contener la ansiedad antes del partido, el cual comienza a las 6 pm. Es decir, faltan más de cinco horas.

En casa, no hago más que hablar de eso con mi familia.

-Entonces, hoy es el primer partido contra los Harrow. La temporada pasada ganaron el campeonato, pero este año creo que la victoria es nuestra.

-Ojalá que ganen, sería bueno para alegrar a los alumnos- comenta mi mamá.

- ¡Deben patear a las nenitas y mostrar quienes son los verdaderos machos! ¡Necesitan poner los huevos sobre la mesa! ¡Demostrar su honor! – levantó la voz mi padre.

- ¡Tienen que demostrar quiénes son los que mandan! - enfatizo yo.

- ¡Ay! Me vas a dejar sorda Eider- se queja mi hermana esta vez.

-No me importa. La cosa es que estoy emocionada por el comienzo de temporada.

Y es cierto. Supongo que cuando eres una persona ansiosa y estás emocionada los minutos pasan más lento que de costumbre. Por alguna razón mis nervios aumentan a medida que pasa el tiempo, aunque no debería. No es como si fuera yo la que tiene que patear una pelota y meterla en un arco bajo la presión de miles de espectadores.

Aún falta más de media hora, pero ya empiezo a prepararme para ir. Cabe aclarar que "prepararme" consiste en adornarme de punta a cabeza con todo lo azul y dorado que pueda encontrar en mi casa. Zapatillas azules, medias amarillas, un short de jean, me hago dos coletas de cabello con gomitas de los colores del colegio. Me pongo aros y brazaletes dorados y me maquillo con dos líneas azules y amarillas en cada mejilla y los labios del color de mi calzado. Incluso le pedí a Elvis que me prestara su remera del equipo para mandar a hacer una igual. Lo lógico sería que utilice la del capitán, dado que es el mejor jugador; aunque después de aquel vergonzoso momento del otro día no había reunido agallas suficientes como para pedirle ese favor. El punto es que parezco una auténtica fanática del soccer y me da orgullo poder decirlo.

Desde que tengo memoria, el soccer ha sido muy importante para mí. Yo nací en los Estados Unidos, pero mi papá es argentino. Siempre ha tratado de inculcarme parte de su cultura y esta es una de las partes que más me gusta. Allá la gente es muy apasionada por este deporte y al no poder estar en ese país lo menos que puedo hacer es identificarme con el equipo local de mi instituto.

Cuando menos me doy cuenta ya faltan diez minutos para que comience el partido. Mi papá está muy cómodo en el sillón viendo una película, pero lo convenzo de que me lleve en auto para no llegar tarde al estadio.

Cuando llego, el campo de juego se encuentra repleto de gente tanto de Hastings como de Harrow esperando que el partido comience. Yo me ubico en medio de las gradas entre otras personas de mi colegio; de esta forma tendría una vista perfecta a lo que está sucediendo.

Los equipos empiezan a salir a la cancha. Sam es el primero en mostrarse, con su uniforme impecable y una sonrisa deslumbrante; luego lo sigue Elvis - ¡Qué bien le sienta la camiseta con los pantalones cortos deportivos! – y a continuación otros jugadores más que distingo por ser parte del grupo de representantes de El. Vaya, quién diría que George jugaría de arquero; hubiera apostado que sería de delantero. A un costado sale el equipo contrincante y ¡oh! no esperaba verlo aquí.

Guía para enamorar a Eider (GUÍA PARA AMAR #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora