Un nuevo gremio en Orario

Regreso

Hestia se encontraba despierta a altas horas de la madrugada, observaba las calles tranquilas de Orario y algunos aventureros cambiar guardia.
"¿Porqué tuve que aceptar la propuesta de ese hombre?" Se preguntó al recordar la misión que en unas horas familia llevaría acabó.

El gremio prohibía la entrada de personas no aventureras al calabozo, pero debido a la insistencia de aquel anciano, Bell había aceptado llevarlo con ellos.
Esto no fue bien visto por "La facción de la justicia" pues de manera inmediata vigías y guardias comenzaron a observar cada movimiento de su familia. Take y Miach, dioses que habían aceptado el entrenamiento en conjunto, dejaron de frecuentar a Hestia, lentamente el aislamiento de su familia se hizo total.

La Diosa loli, salió de su habitación como todas las noches, sus niños parecían descansar tranquilamente a pesar del aislamiento que sufrían. Agachó la mirada y con culpa por ser ella la causante de las acciones, se disponía a salir de la mansión de la chimenea, pero una silueta la detuvo.
Aura se encontraba en la puerta de su habitación, le sorprendió que los movimientos de la elfa fueran apenas audibles.

"¿Hestia?" Preguntó Mare detrás de ella.

-¡En qué momento... - sus pensamientos se apagaron, su vista comenzó a nublarse y antes de que pudiera reaccionar su cuerpo había quedado completamente en el suelo.

"¡Creí que todos estaban dormidos!" Exclamó preocupada Aura mientras tomaba de los brazos a la Diosa, Mare tomó las piernas y lentamente la metieron a su habitación.

"¡Solo quedan dos horas para que Sebas se encuentre con los aventureros! ¿Qué haremos si despierta?" Preguntó con preocupación Mare.

Aura comenzaba a preocuparse más y más, este era el último día que estarían en la mansión de la chimenea y habían atacado a una Diosa. Su misión de infiltración se veía en extremo peligro.

"Vamos a fingir que no sabemos nada." Respondió con nerviosismo la elfa, mientras jalaba del brazo a Mare se disponía a salir hasta que se percató de la situación.

"Todos están dormidos, si pinchamos el dedo de Hestia y usamos su sangre para ver la falna, podríamos compensar un posible fracaso." Expresó soltando el brazo de su hermano y acercándose a la Diosa lentamente.

"Aura, ¡Es una locura!..."

"Trae a cualquiera de los aventureros, el hechizo debería hacerles imposible despertar por ahora."

Mare, con nervios y dudas obedeció a su hermana, la primera habitación que encontró fue la del chico albino.
Lo levantó sobre su hombro para evitar que pudiera despertar, regresó a la habitación de la Diosa y noto a su hermana con un alfiler.

"Según lo que hemos aprendido, basta con una gota de sangre del Dios patrón para poder liberar la falna." Aura tomó la mano de la Diosa loli y con extremo cuidado pincho el dedo índice, obteniendo una pequeña gota de fluido rojo.

-Los dioses sangran igual que los humanos. -  Pensaron ambos gemelos.

Dejaron caer la gota de sangre sobre la espalda del chico inconsciente, un destello blanco iluminó suavemente su cuerpo, runas y figuras de color negro se mostraron sobre esta.

"Usemos un pergamino de transcripción."

En Yggdrasil, dichos pergaminos servían para traducir un texto de algún servidor extranjero. Al inicio del juego eran demasiado comunes, pero conforme la popularidad del juego aumentaba la traducción automática hizo de estos items, objetos que sólo ocupaban espacio. La mayoría prefería tirarlos o en el caso de momonga, los guardo en la bóveda del gremio.

La transcripción era inmediata, pero en este caso, las runas y figuras se fueron copiando una a una, el proceso demoro alrededor de 5 minutos.

"Esto no se parece a la escritura de las calles o libros." Comentó con irritación Aura.

Mare levantó la mirada a su hermana y está solo asintió, acto seguido Mare regresó al chico a su habitación.

Los gemelos trataron de dejar todo de la manera más natural y regresaron a su habitación donde simularon dormir, ya que el nerviosismo y miedo de haber sido descubiertos les impedían por completo descansar.

A la mañana siguiente, los gemelos fueron los últimos en salir de su habitación, para sorpresa suya la mansión de la chimenea parecía estar completamente desolada. Tenían una emoción demasiado grande por investigar a fondo el lugar, sin embargo el hecho de que fuera tan fácil aún cuando días anteriores los vigilaban incluso mientras bebían agua, los hizo retractarse y salir sin pena ni gloria de la habitación.

Ese día, fue el último que los gemelos pisaron la mansión de la chimenea como neutrales.