Avances

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Felina ante los ojos de Albedo era un ser salvaje, cada que se reunía con ella la joven se abalanzaba sobre ella.
"Yo igual me alegro de verte de nuevo..." Decía fingiendo un tono de alegría la súcubo. "...sin embargo, es momento de que comiences tu entrenamiento."

Felina retrocedió algunos pasos, y miro con duda a la mujer frente a ella.

"O acaso ¿Olvidaste a tu hermana?"

La joven enmudeció por un momento, no podía creer que habían bastado solo unos momentos agradables para desviar a su mente de su verdadero objetivo. Apretó sus puños tan fuerte al punto que pequeños hilos de sangre comenzaban a brotar de estos. Su mirada de alegría había desaparecido, ahora una determinación absoluta era lo que transmitían sus ojos rojos. Albedo observaba el cambio de actitud, su corazón no pudo evitar sentirse aliviado, quizá no seria un desperdicio.

"Dame tu mano..." Un portal se genero en su habitación, el destino era desconocido para la chica, sin embargo, una cosa tenía clara: su protectora era más fuerte que cualquier mago que hubiera conocido. Lentamente sujeto su mano y ambas cruzaron el portal.

Felina no podía entender lo que ocurría. Frente a ella un lugar completamente congelado aparecía, las corrientes de aire eran tan heladas que comenzaban a complicar su respiración, su cuerpo lentamente se volvía tan pesado que no podía seguir de pie.
'Nuevamente me engañaron' Fue su pensamiento mientras su vista se volvía negra lentamente, sin embargo, antes de que perdiera la conciencia por completo sus energías regresaron y con ello el calor de su cuerpo.

"No debes quitarte ese anillo." Comentó Albedo señalando el artefacto en el dedo índice izquierdo de la chica. "Tu maestro espera por ti."

"¿Maestro?"

La pregunta de Felina no fue respondida, pues Albedo comenzaba a alejarse del lugar. La chica lentamente comenzó a caminar por aquel hostil lugar, sus sentidos no paraban de gritar que estaba en peligro, pero ella seguía firmemente los pasos de la mujer frente a ella.

Antes de que se percatara se encontraban frente a un gran bloque de hielo, antes de que si quiera pudiera hablar una forma insectoide se acercó a su guardiana.
"Es...un...honor...su...presencia...Albedo-sama"

Felina corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron a refugiarse detrás del vestido blanco de la súcubo.
"¡Felina, debes mostrar valentía!" Hablo con tono serio sorprendiendo a la mencionada. "Si quieres ser útil deberás volverte fuerte."

La joven miraba incrédula las duras palabras que su protectora le dirigía, avergonzada y con cierta decepción camino para quedar a un costado de ella. Con la mirada baja y un par de lágrimas cayendo por su mejilla se mantuvo a lado de Albedo.

"Momonga-sama desea que la instruyas en el arte de la esgrima..." Albedo hablo con tono relajado mientras empujaba suavemente a Felina para que esta quedara más cerca de Cocytus.

"Entendido...hare...mi...mejor...esfuerzo" Respondió el insectoide sacando de su inventario varias espadas, katanas, sables y un florete.

Felina al escuchar el metal caer al suelo se asustó, motivo por el cual levanto la mirada en busca de Albedo, sin embargo, esta ya no se encontraba en el lugar. Dirigió su mirada al ser celeste frente a ella, pero él no hablo solo señalo las armas. Ella no entendía, no obstante, levanto primero una katana. Su manera de empuñarla era torpe y se podía notar que esta era demasiado pesada para ella pues sus manos parecían temblar y cada vez cedían más.

Una brisa helada salió expulsada de la boca de Cocytus, no veía potencial en la chica frente a ella. Basto un movimiento de sus manos para dejar a la joven en el suelo, el pudo notar las lagrimas que tenía en su rostro, pero esto no lo detuvo. Lanzo un segundo ataque con su mano descubierta, sin intención de dañar a la chica, pues era consiente que podría matarla de un solo ataque. Felina evadió el ataque saltando a las armas que se encontraban aun en el suelo.

Un nuevo gremio en OrarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora