La Alianza de las Bestias: Un Vínculo Especial

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La presencia de Ainz era indiferente para los seres mortales, pero había un vínculo especial con las criaturas. Al sentir su presencia, experimentaban una sensación de éxtasis que los llevaba a gruñir y rugir sin cesar.

En la superficie, era común ver a las criaturas matarse mutuamente por alimentos; no eran distintos a los animales, incluso eran inferiores, ya que no podían organizarse en grupos de su misma especie. Sin embargo, cuando sintieron la presencia de Ainz, algo cambió en ellos. Un instinto primitivo de pertenencia aparecía. Lentamente, criaturas de diferentes tamaños y características se reunían, goblins y ogros eran los principales. 

El bosque se llenó de una expectante tensión. Las criaturas, antes dispersas y enemigas, ahora se congregaban en un inquietante silencio. La atmósfera parecía vibrar con anticipación mientras miraban fijamente hacia la fuente de su éxtasis. El aura misteriosa de Ainz rodeaba el claro, y cada criatura podía sentir su influencia magnética.Goblins y ogros, cuyas disputas eran incontables, ahora compartían espacio sin hostilidad. Sus ojos reflejaban la fascinación y el asombro, como si la presencia de Ainz hubiera despertado una parte olvidada de su ser. En un rincón del claro, un grupo de arañas gigantes tejía una red en cooperación, algo que nunca habían hecho antes.El suspenso crecía a medida que más y más criaturas se unían a la asamblea, una mezcla inverosímil de seres que normalmente se habrían desgarrado entre sí sin piedad. Pero bajo la influencia de Ainz, el instinto de supervivencia había sido reemplazado por una conexión primitiva y misteriosa.Incluso las aves nocturnas se posaron en las ramas, observando la extraña reunión con una curiosidad inusual. Los rugidos y gruñidos habían cesado, dejando paso a una atmósfera enigmática de unidad y expectación.¿Qué magia oculta poseía Ainz para cambiar la naturaleza misma de estas criaturas? ¿Qué poder ancestral resonaba en su presencia para unir a seres que habían sido enemigos durante generaciones?
Pronto percibieron la esencia de un enemigo en común de todos los seres: los humanos. Los primeros en actuar fueron los goblins, quienes rápidamente rodearon a los intrusos y, sin piedad, destruyeron y acabaron con la vida de estos; sin embargo, uno había huido. Con un lenguaje primitivo, un ogro a través de gruñidos y movimientos de manos ordenaba perseguir al sobreviviente. Un gran grupo comenzó a seguir al humano, sin embargo, otro grupo más reducido se quedaba bajo la luz de la luna. 


El bosque se sumió en un escalofriante silencio. La luna llena arrojaba su misteriosa luz sobre la escena, pintando sombras alargadas que se entrelazaban con la maleza del suelo. Los ojos amarillos de las criaturas brillaban con determinación mientras seguían al fugitivo humano, cuya respiración agitada se escuchaba a lo lejos.La tensión era palpable entre el grupo que partía en persecución y aquellos que se quedaban atrás. Algo inquietante se escondía en el aire, como si un destino incierto se cerniera sobre los protagonistas de esta extraña danza nocturna.


El ogro, líder de los perseguidores, gruñía con ferocidad, señalando el camino con bruscos movimientos de manos. Su expresión era un enigma, una mezcla de sed de venganza y determinación. Parecía comprender la gravedad del enemigo común y la necesidad de acabar con él para asegurar la supervivencia de todos en el bosque.Mientras tanto, el grupo que se quedaba atrás formaba un círculo silencioso, con miradas que se alternaban entre la partida y la luz plateada de la luna. Una sensación de inquietud se apoderaba de ellos, conscientes de que el desenlace de esta noche podría cambiar el destino de todos los seres en el bosque.


La hojarasca crujía bajo los pies de los goblins y ogros que seguían la pista del fugitivo. Cada ruido resonaba como un tambor en la quietud de la noche, anunciando la cacería mortal que se avecinaba. Los latidos del corazón de los espectadores parecían sincronizarse con aquellos sonidos, como si todos compartieran una misma cadencia de expectativa.El grupo perseguidor avanzaba implacablemente, siguiendo el rastro cada vez más fresco del humano. Cada paso los acercaba al encuentro que pondría en juego la paz y el equilibrio del bosque. La luna, testigo silente, arrojaba su luz fría sobre la escena, como si quisiera desvelar el desenlace de esta encrucijada nocturna.
Un gruñido desgarrador anunció la derrota de los perseguidores. La falta de intelecto y la poca experiencia colaborando llevaron al fracaso a todos los que se aventuraron en la persecución. Mientras tanto, el grupo que había permanecido en silencio comenzó a avanzar lentamente, siguiendo el camino que sus semejantes habían trazado. A lo lejos, divisaban un escenario desgarrador que se desarrollaba ante sus ojos: tres aventureros habían terminado con el gran ejército que se había reunido. El silencio de la noche se rompió con un rugido ensordecedor, pero esta vez no provenía de las criaturas del bosque, sino de los aventureros victoriosos. Sus armas, manchadas con la sangre de las criaturas que yacían inertes, brillaban bajo la luz de la luna. Habían luchado con destreza y valentía, demostrando una habilidad mortal que pocos seres poseían.El grupo que observaba a la distancia se quedó inmóvil, sintiendo una mezcla de temor y admiración hacia aquellos intrusos que habían venido a alterar su mundo. Los aventureros eran enemigos aún más peligrosos que los humanos a los que habían perseguido. Su presencia imponente y sus hazañas destruyendo al ejército de criaturas demostraban que estaban ante una fuerza formidable.Los ojos de las criaturas se entrecerraron mientras observaban cómo los aventureros recogían sus trofeos de batalla, acumulando objetos valiosos y extremidades de sus semejantes.

Un nuevo gremio en OrarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora