Un nuevo gremio en Orario

Presentación

Las corrientes de aire cada vez eran más fuertes, las aves graznaban y los árboles se sacudían sin parar, con solo la luz de los rayos iluminando el cielo, aquellos presentes en [Kolasi] no podían dejar de mirar con miedo aquella figura que se había manifestado segundos antes.

"¡Sáquenlos de aquí!" Gritaba el padre de Camí, sin embargo, ninguno de los hombres bajo su mando obedeció.

Momonga dirigió su mirada al hombre, lentamente se acerco a este. Aquel humano por instinto natural comenzó a orinarse, ver aquel esqueleto carente de vida, frente a frente era más complejo de lo que creía. Dirigió su vista a las cuencas oculares del no muerto, pero solo encontró una oscuridad absoluta. Sus piernas no pudieron sostener más su cuerpo y finalmente cayo de espaldas. El conocimiento popular le decía que aquellos que descendían del cielo, no podían dañar a los mortales, así que armándose de valor lanzo una piedra al no muerto buscando causarle daño y animar al resto de los presentes a replicar sus acciones. Sin embargo, rápidamente se percato del error que había cometido.

Antes de que la piedra lograra impactar en el no muerto, Lupusregina había agarrado la piedra en el aire. Todos miraron sorprendidos la velocidad de la mujer, superaba por demasiado incluso la de aventureros de nivel 2 presentes en el lugar.

"¡No puedo permitir..."

La ira de la pléyade se vio interrumpida por el mismo no muerto, quien camino hasta tener al humano en un rango bastante cercano para después tomar su rostro con su mano y lentamente apretar este. Los gritos que liberaba el hombre eran desgarradores, nadie se atrevía a interferir, ni si quiera Ares quien solo miraba la escena en absoluto silencio.

"Honestamente no quería que la primera impresión sobre mi fuera esta..." Comentaba Momonga mientras levantaba en el aire al hombre, aun sujetado por su cabeza. "...sin embargo, creo tu eres lo único que no quisiera en nuestro futuro reino..." Los gritos del hombre finalizaron de manera abrupta, su cuerpo cayo tan pronto Momonga libero su agarre. Nadie comprendía lo que pasaba, un Dios había terminado con la vida de un hombre. "...liberen a todos." Ordeno girando a ver las jaulas donde los esclavos permanecían con el rostro pegado al suelo.

Los guardias rápidamente corrieron a cumplir aquella orden, Ares miraba con detenimiento la escena, pues Lupusregina había tomado el cuerpo del hombre para lanzarlo por un portal.
"Momonga-san, ¿Por qué hizo eso?" Pregunto en tono bajo acercándose al no muerto sin quitar la vista de los esclavos que uno a uno era liberado.

"Son seres que han perdido el rumbo..." Respondió caminando a donde los esclavos comenzaban a agruparse, Ares seguía sus pasos de cerca. "...solo una experiencia traumática los hará querer corregir su vida..." Observo fijamente a los esclavos, quienes rápidamente se arrodillaron una vez más. "¡Les entregamos su libertad!"

Aquellas palabras provocaron que el sonido de llanto y lagrimas sonara en el lugar al mismo tiempo que la lluvia comenzaba a caer.
"Dime Ares, ¿Crees que la vida es justa?" Ares guardo silencio, el era consciente que [Kolasi] era en parte su culpa, durante varias décadas había luchado por el poder, ignorando a los débiles dejándolos por completo desprotegidos. "La muerte si lo es..." Agregó el no muerto alejándose del lugar, lo cual permitió que los esclavos se pusieran de pie y comenzaran a abrasarse.

"Construiremos una ciudad en este lugar, son libres de quedarse o irse." Comentó Ares mientras se retiraba del lugar.

Los esclavos lo miraron confundidos ¿Cómo podía atreverse? A pedirles que se quedaran en el lugar que los lastimo tanto. Pensaban ignorar su propuesta, pero el más longevo de ellos se separo del grupo.

Un hombre con canas y marcas por la edad se paro frente al grupo de esclavos, su físico era deplorable y tenía múltiples heridas y moretones causados por los guardias.
"¡Dios de la muerte..." Su grito atrajo la atención de todos, incluyendo la del mencionado que miraba intrigado al humano. "...en agradecimiento por liberarme! Permita que mi familia y yo nos quedemos a su lado."