Planes ocultos

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Los incidentes que habían ocurrido despertaban una inquietante sensación de peligro a Urano. Un Dios tan antiguo como la existencia misma, no comprendía el origen de aquel siniestro dragón. 

"En el reino celestial, observamos decenas de millares de mundos, sin embargo, la existencia de un calabozo infinito solo se presentó en este. Volviendo así a este mundo, un lugar de magia, héroes y mitos." Comentaba para sí mismo, recordando como Zeus lo había convencido de descender para 'divertirse' en primera fila.

"Si lo que dices es cierto, como explicas lo que cada uno de nosotros sintió. Un mortal ascendió al territorio divino." Respondió Hermes desde la distancia con un tono sereno y una mirada que buscaba la mínima señal de una posible mentira. 

"Probablemente erraron en descubrir los planes de Dionysus, ¿Quizá siempre se trató de algo más allá de los semi espíritus?" 

Hermes sintió un leve escalofrió recorrer su cuerpo, pues dentro de él, una serie infinita de posibles objetivos vagaban por su mente, hasta que una en particular se detuvo frente a él.

"Si los semi espíritus eran la ofrenda para traer a algo de otra realidad..."

"Solo podemos esperar que nuestros pensamientos sean paranoias, no obstante, las señales son claras. Un dragón que casi destruyo a nuestros elementos de elite con solo un puñado de ataques." 

La cámara se envolvió en un silencio absoluto, las velas que con su tenue luz habían iluminado los rostros de los dos seres, se apagaron abruptamente. 

Mientras tanto, en la superficie de Orario los aventureros y ciudadanos ordinarios reconstruían los negocios y casas que habían sido destruidos.  Algunos de ellos tenían temor de que otro ser apareciera, pero al ver a los ejecutivos de las Familias Loki y Freya, sus temores parecían desvanecerse. 

"Oí que la princesa de la espada está entrenando en los pisos profundos." 

"¿Bromeas? Solo han pasado unas semanas desde ese día"

"No bromeo, yo la vi adentrarse al calabozo con algunos miembros de su familia."

Lo que había comenzado como una conversación entre dos integrantes del gremio, se convirtió rápidamente en una asamblea protagonizada por alrededor de doce integrantes.

"¿Acaso desean una bebida y botanas?" Comentó un hombre lobo con un tono irritable, se trataba de Bete.

La multitud se dispersó con gran velocidad, pues seguido de este apareció uno de los ejecutivos más longevos de la Familia Loki, Gareth. 

"Me sorprende la velocidad con la que la información de nuestra Familia se dispersa por la ciudad." Comentó el enano empuñando un hacha. 

"Es inevitable, siempre hay pequeños parásitos que nos observan." Respondió haciendo referencia a un grupo de Pallums que los miraba a la distancia.

"Sin embargo, nuestro principal objetivo es encontrar al domador de esa criatura. Si hay un traidor de la vida debemos eliminarlo a toda costa." Podía observarse a simple vista como el agarre del hacha era más fuerte que hace solo unos segundos. 

En la mansión Hestia se podía observar como el joven albino realizaba ataques contundentes frente a un muñeco de Mithril. El eco metálico producido por el choque de ambos metales sorprendía a los presentes. Era evidente que dicho entrenamiento no generaría excelia para el joven, no obstante, ese no era el objetivo de su entrenamiento. 

"Aun no es suficiente, mi cuerpo aún no está coordinado." Se lamentaba mientras empuñaba una vez más sus dagas y se lanzaba al ataque nuevamente.

"Ryuu-san, ¿Cree que eso es lo mejor para Bell-sama?" Preguntó Lili a la elfo quien tenía vendajes por todo su cuerpo.

"El crecimiento de Bell Cranel ha sido demasiado veloz, no dudo que sus reflejos y nervios sean de un aventurero de primera clase, pero como el mismo ha admitido, hay un retraso en la comunicación de sus pensamientos con su cuerpo." 

Un sonido chirriante sonó por toda la mansión provocando que todos se cubrieran sus oídos con fuerza. El origen de aquel sonido provenía de la daga del joven albino, había logrado incrustar el filo en el objeto de mithril. 
Los ojos de Ryuu parecieron por un momento brillar, el segundo material más resistente había cedido a la fuerza y técnica del chico. 

"Se atoro." Dijo el chico intentado sacar su daga del muñeco, aquella escena provoco risas en los integrantes de la familia, el cual era un sonido aún más particular en esos días de incertidumbre. 

"Bell Cranel, hoy puedes descansar..." Comentó Ryuu dando media vuelta y caminando lentamente a la salida. "...tan pronto este recuperada, iremos al calabozo." 

Bell la observo con determinación, asintió y sin más colapso en el suelo. Su cuerpo estaba completamente agotado y sus palmas no dejaban de palpitar. 
"¿Me pregunto si ya estoy más cerca de la señorita Aiz?" Comentó estirando su mano intentando tomar el sol con ella. 


Los días transcurrieron, eventualmente la ciudad retomo sus actividades diarias. Aunque ahora por orden del gremio solo una Familia de clase S podía descender en el calabozo, las restantes debían permanecer al menos sus ejecutivos en la superficie.

"Los niños olvidan fácilmente..." Comentó con un tono de envidia Loki observando desde el balcón de Freya. "...pensar que hace unas semanas todos temían por su vida."

"No los puedes culpar, es parte de su naturaleza. Si recordaran cada cosa que los aterrorizo no podríamos crear historias con ellos." Murmuro Freya con un tono inquietante, sin embargo, Loki dejo pasar ese comentario.

"Hermes cree que los semi espíritus que destruimos en Knossos fueron un sacrificio y no el verdadero enemigo." 

"Si eso es cierto, no imagino la criatura o ser que pudo traer a este mundo."

Un nuevo gremio en OrarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora