Un nuevo gremio en Orario

El mito

El calabozo de la Ciudad de Orario tenía unas dimensiones que volvía complicado explorar y detallar cada rincón de este. Se tenía la creencia de que con cada piso que se descendía este aumentaba su tamaño y complejidad. Inclusive las Familias de renombre, que hoy actuaban con extrema cautela, no podían negar dicho rumor entre los aventureros menos experimentados. 

Sin embargo, esta ocasión no era el calabozo lo que preocupaba a los ciudadanos de aquella ciudad. La noticia de que Ares, Dios de la guerra, había abandonado el poder en Rakia y no solo eso, también se había autoexiliado de dicha ciudad. 
"¿Por qué nos enteramos apenas?" Gruñía molesto un Dios mientras dejaba su sombrero sobre la mesa. 

El resto de los Dioses presentes mostraban una expresión similar, todos no daban fe de que una noticia de tal magnitud había sido ocultado por sus semejantes. 
"Es evidente que esto fue antes del 'ascenso'..." Murmuraba Loki mientras veía uno de los mapas que Finn, capitán de su familia, le había prestado. "...con el, la lista de las posibles victimas aumenta y con ello nuestros esfuerzos por garantizar la seguridad del resto." 

Un silencio incomodo se genero en el recinto, los Dioses se realizaban miradas furtivas. Detrás de sus acciones de buen samaritano, ellos se abstenían a permitir que los aventureros más fuertes de la Ciudad partieran en búsqueda de aquellos que por capricho habían abandonado los grandes asentamientos. 

Fuera de aquel recinto la situación no era distinta. Antiguos miembros de la Familia Apolo se habían reunido en lo que alguna vez fue la taberna más visitada de la ciudad, la señora de la abundancia. Lo que alguna vez llego a dar alojo a las familias después de largas misiones, ahora solo era un montón de piedra y madera sin forma. 
"Mi falna esta mal, he sido degradado dos niveles." Reprochaba un elfo mirando al resto de los presentes. 

Los murmullos y quejas no se hicieron esperar, todos anhelaban que en la reunión de los Dioses hablaran de su situación, pero desgraciadamente nadie podía hacer algo. 

La alma del Dios que en su momento les otorgo la oportunidad de escribir su historia, había sido borrada de la existencia. No había regresado al cielo como varios de sus semejantes, tampoco había sido absorbido por la naturaleza. Su alma había sido absorbida por otro ser, otorgando a este nuevo la cualidad de jugador. 

Las historias que los antiguos seguidores de Apolo habían escrito, tuvieron un destino similar. Toda la excelia fue dirigida al nuevo jugador, o como los niños los llamaban, un nuevo Dios.

Ainz veía a detalle el antiguo pergamino que habían conseguido los gemelos durante su estadía en Orario. En su momento el había creído que solo era el registro de un integrante, sin embargo, ahora que podía leer las 'runas' con las que estaba escrito, un deseo por saber más sobre el ser había despertado en el. 

La habilidad 'liaris freese' era lo que despertaba más su interés, además, tener todas las estadísticas en S o superior revelaba que aquel ejemplar era sumamente valioso. 
"Esto podría ser un gacha..." Murmuraba caminando a donde Felina entrenaba intensamente con los antiguos aventureros. "...otorgas tu 'bendición' esperando obtener un SSR, pero me pregunto ¿Cuál es la probabilidad de obtener una habilidad así?" 

"Ainz-san, ¿Me informaron que me buscaba?" Hablo Ares a espalda del no muerto, el tono y porte del Dios habían cambiado. La faceta burlesca e infantil había cambiado por un hombre estratega, serio y muy formal al hablar.

-Ahora si parece un general de guerra- Pensó Ainz girando a verlo. 
"Tengo interés en las habilidades, comentaste que las probabilidades de que los 'niños' despierten una habilidad propia es baja..."

"Es imposible definirlo..." Respondió Ares mostrando un libro. "...tenemos la idea de que aquellos ideales o anhelos que tienen los niños, es aquello que da forma a estas."

Ainz guardo silencio y realizo un gesto con el cual Ares se marcho.
"¿Ideales y anhelos?"

El tiempo paso, y siguió mirando el entrenamiento de la chica.
"¿Su anhelo era su hermana? Sera lo suficiente fuerte para despertar una habilidad."

La catman había derrotado a sus oponentes quienes ahora se encontraban en el suelo. Todos ellos tenían el mismo nivel que ella, con la única diferencia que Ainz actualizaba el estatus de Felina cada noche. 

"Sus estadísticas aun están por debajo de cincuenta, pero su entrenamiento con Cocytus es lo que ayuda a hacer un buen uso de estas. ¿Qué clase obtendrás?" Se pregunto antes de teletransportarse a la biblioteca del gremio. 

Durante el resto del día, Ainz permaneció encerrado en aquel lugar. Los guardianes no se atrevieron a interrumpirlo, pocas veces su maestro se veía tan enfocado.

Demiurge sentía escalofrios de solo pensar en los grandes planes que desarrollaba el no muerto en solitario, Albedo solicitaba al personal de la biblioteca abandonar el lugar para no crear distracciones al ser supremo y por su lado el ultimo de los seres más inteligentes de la tumba, Actor de Pandora, no dejaba de espiar y tratar de adivinar los pensamientos de este ser. 

Sin embargo, Ainz solo se sentía aun más presionado. La intención de este era pasar desapercibido por los guardianes y el resto de NPC, pero ahora que todos se habían marchado y Pandora lo veía de lejos, se encontraba avergonzado. 

Ya cuando el sol se había ocultado, Ainz se levantaba bruscamente de su asiento eufórico con un libro en la mano. 
"Lo tengo..." Comentó con un tono bajo debido a que su subconsciente como humano se negaba a romper una regla tan simple en la biblioteca. "...si el anhelo de Felina es tan fuerte, ella deberia de lograr cruzar el Tartaro por ella." Se decía a si mismo con una emoción mientras la llama de sus ojos tomaba un tono intenso. "Con un laberinto personal podría hacer los experimentos necesarios para despertar habilidades unicas."