Un nuevo gremio en Orario

Nuevo Dios

Ainz veía como el cuerpo del Dios Apolo lentamente de envolvía en una crisálida, al mismo tiempo que un calor intenso comenzaba a invadir cada centímetro de su cuerpo. 

Sin poder percatarse, un luz blanca descendía del cielo sobre su cuerpo. El no muerto no tuvo tiempo de reaccionar, su mente lentamente se desvanecía. Una paz que nunca en su vida había conocido, arropo su ser. 

Ainz cerro momentáneamente sus ojos, a diferencia de las veces anteriores, esta ocasión hubo una oscuridad verdadera.
"Esto es extraño..." Murmuraba al mismo tiempo que abría una vez más sus ojos. "...¡¿Qué demonios?!" Expreso al observar un órgano que desde hace mucho tiempo no había visto, su nariz. 

Memorias de su vida pasada aparecieron frente a él, un mundo gris y sucio, donde la palabra libertad solo era parte de un cuento de hadas. Mares de color gris y cielos con aire imposible de respirar de manera ordinaría lo hacían cuestionarse ¿Realmente quería volver a esa vida? 

Un cambio de escenario lo sorprendía, era su oficina. Su antiguo jefe, como todos los días, estaba frente a su escritorio regañándolo por algún error de un tercero. 

Un segundo cambió de escena ocurría, se encontraba rodeado de sus seres queridos, sin embargo, sus rostros no eran distinguibles. Las voces sonaban de forma robotizada, pero por alguna razón no lograba distinguirlas.

Su mente comenzó a sentirse agobiada, no obstante, Ainz mantenía una férrea fuerza de voluntad para mantenerse consciente. 
"Si esto es parte de la prueba, he de superarla..." Decía apretando sus puños.

La prueba continuo, sus memorias volvían a el. Algunas de estas eran distorsionadas, o al menos eso era lo que el creía. Cuerpos humanos con decenas de modificaciones, que se alejaban del estándar que el hoy en día conocía. 

A varios metros del lugar, los integrantes de la 'familia Apolo' colapsaban. Todos los integrantes habían perdido el conocimiento, cayendo de forma abrupta contra el suelo. En [Kolasi] (ahora la primera fortaleza de Ainz y Ares) la historia no era distinta, los guardias que contaban con la falna de Apolo, se encontraban en el suelo. Los ciudadanos que veían la escena, corrían desesperados en busca de ayuda. 

Sin embargo, en Orario la historia era completamente diferente. Habiendo sido una de las familias más numerosas, el día de hoy no había un solo ciudadano con su falna en su espalda, sin embargo, las consecuencias se hacían presentes en los antiguos miembros de esta. 

Un escalofrió recorría los cuerpos de estos, acompañado de pequeños mareos y en algunos casos vómitos interminables. Cassandra Ilion, hoy miembro de la familia Miach, caía de rodillas frente a la familia Hestia y Takemikazuchi. Los integrantes de ambas familias corrían a socorrerla, pues la joven se había tornado de un tono muy pálido. 
"Apolo-sama, ¡Algo le ocurrió a Apolo-sama!" Gritaba con desesperación, los Dioses cercanos mostraron una expresión de preocupación. 

"¡Cassandra! ¿Qué quieres decir?" Preguntaba el Dios Miach acercándose a la chica.

"¡He visto al sol cubrirse en un caparazón para después volverse cenizas!" Decía entre gritos la chica, mientras se cubría sus orejas. 

"¿Eso que tiene..." Miach detuvo sus palabras.

Para los Dioses era imposible detectar cuando un Dios llegaba al mundo inferior, sin embargo, esta ocasión el mundo presenciaba por primera vez la ascensión de un 'mortal'. Una onda de energía que únicamente aquellos seres divinos eran capaces de percibir fue la señal para encender las alarmas de todas las ciudades. 

"Esencia de Dios." Murmuro Hestia en un tono casi imperceptible girando a ver al horizonte. 

"¿Hestia-sama?" Pregunto la pallum al ver las acciones de la Diosa, pero no obtuvo respuesta alguna.