Clase especial

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Las manos de Felina temblaban incesantemente, su respiración era agitada y gotas de sudor resbalan de su cuerpo a pesar del clima frio en el que se encontraba. Había transcurrido ya una semana desde el inicio de su entrenamiento, y los resultados comenzaban a ser visibles, siendo su velocidad la que mayormente destacaba. 

Ante un Cocytus que únicamente usaba armas de madera, Felina era capaz de evadir múltiples ataques de este, sin embargo, su fuerza continuaba siendo su punto débil. Los choques de espadas entre ellos, siempre daban como ganador al guardián de piso. 
"Tu...postura...sigue...siendo...mala" Comentaba, mirando a la joven en el suelo tratando de recuperar el aliento. 

"¿Podría darme...otro de esos frutos?" Preguntaba, entre respiros pesados, levantándose lentamente del suelo. 

Cocytus ingreso una de sus extremidades en su inventario, sacando de esta aquel fruto que verdoso, y de cascara delgada, con el cual había alimentado diariamente a la joven. No obstante, se percato de la presencia de Albedo, motivo por el cual detuvo sus movimientos. La líder de los guardianes, caminaba con la elegancia que la caracterizaba entre las corrientes de aire glaciar y los montones de nieve e hielo acumulados en el lugar. Su vestido blanco lograba mezclarse con el entorno, siendo sus alas negras las únicas que lograban revelar la posición de esta.

"Creo es momento de poner a prueba a tu alumna, Cocytus." Ordeno con voz serena, mirando fijamente a la joven, quien se esforzaba por tener una respiración 'ordinaria' frente a su protectora. "Te ves mejor que aquel día." Comentó notando el aumento de masa corporal y su postura erguida de la joven. Un portal se abría frente a los tres seres, no importaba cuantas veces Felina presenciara ese acto, siempre se maravillaba de las habilidades de la súcubo. "Después de ustedes." Agregó, moviéndose a un costado del portal, dejando el camino libre para Cocytus y la joven, los cuales obedecieron sin protestar.

El destino del portal era el coliseo del sexto piso, en aquel lugar, Momonga acompañado de Demiurge, con su apariencia reptiliana,  esperaban su llegada. Los dos seres pondrían a prueba la supervivencia de la chica, ya que contaban con al menos dos decenas de seres humanoides que podrían ocupar el lugar de ella. 

Felina, escoltada por Cocytus y Albedo, camino hasta quedar frente al no muerto. Replicando las acciones de su 'maestro' y protectora, se arrodillo frente aquel ser y espero alguna instrucción de parte de este.

"Puedo notar que tu salud ha mejorado..." Comentó Momonga, Felina quiso responder, sin embargo, el no muerto continuo hablando. "...ahora, es momento de que nos muestres tus logros."

Felina sabia a la perfección que en aquel rostro esquelético no encontraría ninguna facción de emoción, pero cuando ella levanto la mirada, juraría que en aquellas cuencas oscuras, un destello rojo sobresalía de estas. Ella no sintió temor, solo nerviosismo. Le interesaba más cumplir con las expectativas de ese ser que su propia vida. Después de todo, según ella, estaba muerta. 

"Guardianes, retrocedan y no interfieran..." Ordeno el no muerto, ingresando su mano a un portal, sacando de este a un goblin de la superficie. "...tu objetivo será asesinar a este ser." Agregaba, lanzando a un goblin asustado al centro de la arena, momentos después, él se teletransportaba a las gradas de la arena. 

Felina miraba confundida a aquel ser verdoso y grotesco, recuerdos de su ultimo día de 'vida' pasaban por su mente, congelando su cuerpo. El goblin rápidamente se recuperaba, tras la partida del no muerto, buscaba incesantemente algún arma o herramienta. Pronto, armas cayeron cerca de ambos individuos. El sonido metálico chocando contra la arena, sacaba de su trance  a Felina. 

Haciendo gala de su velocidad, Felina se abalanzo a tomar rápidamente una espada, empuñándola con ambas manos, dirigió su mirada a su oponente. El goblin había elegido una daga corta, sonreía sin parar mostrando sus dientes y lengua, como si estuviera desesperado por probar la carne de la joven. Ambos rivales se observaron fijamente por unos segundos, Felina fue la primera en realizar acercarse al otro. Intento con un solo ataque acabar con la vida de su rival, pero gracias a la baja estatura de su rival, este esquivaba el ataque con facilidad. 

Desde las gradas Momonga y el resto de los guardianes observaban en silencio. 
"Su velocidad subió, pero el resto de estadísticas permanecen igual." Comentó, mientras veía a Felina lanzar su espada al suelo y buscar entre las armas algo más adecuado.

La joven tomo, con un agarre inverso, un cuchillo de cacería. Evadía los intentos de ataque del goblin, en busca de una apertura. Gracias a las habilidades de su raza, podía realizar saltos y acrobacias con la certeza de que siempre caería de pie, lo cual facilitaba su búsqueda de apertura. 

De un momento a otro, aquel goblin quedo estático. Felina se lanzo contra él y de un tajo logro realizar un corte en su garganta. Liquido purpura salía con fuerza del cuerpo, el goblin desesperadamente llevaba sus manos a su garganta, sin embargo era tarde. Felina atravesaba su cráneo, logrando de esta forma ganar el combate. 

Momonga se teletransporto frente a ella, siendo el primero en llegar. Haciendo uso de su habilidad, comparo sus estadísticas.
"¡Maravilloso!" Comentó, Felina sonreía creyendo que se refería a su desempeño, sin embargo, el no muerto había realizado aquel comentario al aumento de sus estadísticas. 

Todas habían aumentado un punto a excepción de dos; velocidad y ataque físico, estos habían obtenido siete puntos de aumento. Dichos datos superaban a los obtenidos durante una semana con Cocytus, no obstante, era consciente que si Felina había superado la prueba se debía al entrenamiento recibido por el guardián de piso. 

La joven emocionada por aquella expresión se abalanzo sobre el no muerto, los guardianes rápidamente se acercaron al lugar, sin embargo, Momonga levantaba su mano indicando que todo estaba bien. El no muerto, en su afán de seguir su papel de 'Dios' bondadoso, respondió aquel gesto, pero algo peculiar ocurrió.

Tan pronto la palma de Momonga toco la espalda de la chica, un mensaje aparecía en el campo de visión del no muerto.

Se requiere la clase especial [Dios] para otorgar una bendición. ¿Desea comenzar la misión [Asenso]? 

Momonga permaneció inmóvil por un par de segundos, tal fue la descarga de emociones al ver aquel mensaje, que la aura de supresión de emociones seguía activándose.

"¿Todo esta bien, Momonga-sama?" Preguntaba Felina, sorprendida por la duración del abrazo. 

"Si..." Respondió el no muerto, separándose de la joven al mismo tiempo que el mensaje parecía minimizarse. "...hace mucho no sentía el calor humano." Agregó retrocediendo unos pasos hasta quedar escoltado por Demiurge y Albedo. "Pasaste la prueba, puedes regresar con Cocytus para continuar tu entrenamiento." 

Un portal se abría frente a todos, los guardianes hicieron una leve reverencia para después observar como el no muerto desaparecía al cruzar dicho portal. Los siguientes en retirarse fueron Cocytus y Felina, los cuales hacían una reverencia a Albedo y cruzaban el mismo portal. 

Albedo no ocultaba su satisfacción por los resultados, si bien, no tenía apego por la Catman, no podía negar que se sentía orgullosa por la victoria de esta. Demiurge ajustaba sus lentes y guantes mientras caminaba a dónde el cuerpo del goblin se encontraba.

El demonio, subió las mangas de su atuendo y en un brutal movimiento removió la gema púrpura que dotaba de vida a aquel ser, volviendolo solo cenizas.
"Esto le vendrá bien a mi espécimen..." Comentó, sacudiendo su mano para limpiar los pocos rastros de sangre púrpura que quedaron en ella. "...le deseó éxito en su investigación." Agregó, antes de crear un nuevo portal y salir del escenario. 

Mientras, en la habitación de Momonga daba la orden de no permitir que nadie ingresará a dicho lugar.
El no muerto, buscaba entre tantos pergaminos alguna información sobre el [Ascenso]. Sin embargo, sus esfuerzos eran inútiles, ya que no había dicha información que el necesitaba.

Lejos de frustrarse, el overlord no parar de emocionarse. Prueba de ello era que, el aura suprimidora de emociones, no lograba su cometido.  Sin importar cuántas veces se activará, el estado de Momonga no se veía afectado.

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Capitulo corto, ya que recibí una noticia que me cortó la inspiración. La próxima semana espero actualizar diario, ya que me encuentro de vacaciones y quiero aprovechar para avanzar la historia.

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