La oscuridad de las Fauces

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-Estas hambriento? ven aquí, yo te recibiré,

Entra en esta ballena, yo te recibiré,

Deseas carne, yo te serviré.

Hecha de hierro, y de gran tamaño.

La olas nunca la romperán,

Entra, entra, se bienvenido  

Deja que la Dama te reciba🎶-

Deja que la Dama te reciba🎶-

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–Sev..

–...¿Six?...-

Un niño vuelve a caer, cayó mil veces antes, que importa si vuelve a caer otra vez, romperse las piernas es una opción, morir es otra, ¿si cae bien será como aquella foto hermosa de un acto terrible?... la oscuridad lo envuelve como una vieja amiga, después de todo fue lo primero antes de dormir y después de despertar cuando cayó, desde que Six lo soltó, ahora fue Seven, pero ¿cuál es la diferencia?...

Los ojos de Mono se cerraron poco a poco, aún está a cansado, uso muchísimo poder desde que empezó a ayudar a los niños y sus descansos son limitados, siente como su respiración empieza a fallar, su corazón late rápido, esta completamente asustado pero su cara no cambia, solo se deja caer como siempre, está vez no está aquella masa de carne, qué le espera? madera? tela? adultos? metal? agua? nada?... Antes de quedar inconsciente se pregunta si merece esto, si la vida le volverá a dar una oportunidad, si Seven cometió un error, si volverá al refugio, si todo realmente fue un sueño... Y luego su mente se apaga.

(🖤)

Le cuerpo de un niño estaba acostado justo en el centro de una pila de ropa, una mano estaba a lado de su cabeza y la sobre su pechos, sus piernas estaban ligeramente cruzadas, su cabeza caía levemente hacia atray, su respiración es tranquila por lo que parecía estar teniendo un buen sueño... Pero entonces sus ojos se abrieron, confundido se sentó en la tela, su cabeza dolía pero era soportable, miró a todos lados posibles en busca de una respuesta, su cabello azabache estaba desordenado por la caída y su respiración todavía estaba alterada, se sentía fuera de lugar pues no reconocía en donde estaba, pero una corriente de aire susurró su nombre.

Monofobia...

Un jadeo de sorpresa salió del niño, rápidamente se levantó para mirar hacia arriba y gritar el nombre.

–SEVEN!!!- exclamó lo mas alto que pudo, el miedo lo invadió más rápido que le gustaría, sentía como subía por sus pies y se negaba a irse por la punta de los dedos de las manos- SEVEN!!- volvió a gritar deseado una repuesta pero nada llegaba, sabía que estaba solo, su sombra lo sentía, pero eso no era lo que empeoraba las cosas, no...

-Mono- susurró la sombra.

–No por favor... No otra vez...- colocó sus manos en su cabeza mientras que su respiración se aceleró más de lo que estaba antes, por más que lo niegue los malos pensamientos invadieron su cabeza, con muchos por qué con nulas respuestas, Mono cerró sus ojos cuando se agachó, su cuerpo tembló del miedo y empezó a sentirse débil, vulnerable y expuesto.

El niño de la ciudadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora