Innocence Lost||Z.M||Fanfiction

Capítulo.27-"Realidades, no fantasías"

27.

El ruido de las incesantes voces llenaba la sala de espera. El típico olor a clínica inundaba cada esquina de la habitación. Niños llorando mientras salían de consulta, niños jugando mientras esperaban a lado de sus padres. Niños.

La idea de tener a uno creciendo dentro de mí parecía meramente ridícula, y es que uno nunca se imagina que estas cosas le pueden suceder. ¿Cómo pude ser tan estúpida?

Me encontraba aquí para confirmar algo que ya sabía, aunque tenía la ligera esperanza de que todo esto no fuera más que un estúpido sueño, uno del que esperaba despertar pronto.

No estaba preparada para esto, ninguno de los dos lo estábamos. Si bien no sabía aun lo que quería hacer con mi vida, tenía por seguro que un niño no estaba dentro de mis planes. No por ahora, era muy pronto.

—Lana Green—la mujer detrás del alto escritorio de recepción me nombró.

Con las piernas hechas gelatina logré ponerme de pie. Joder como había podido ser tan idiotas, ambos, tanto el como yo éramos idiotas.

Me acompaño hasta una puerta blanca-al igual que todo el lugar-con una plateada placa colgando de ella. Respire, armándome de valor para poder entrar al lugar donde me  sería confirmado algo que era casi seguro.

El silencio reinaba en el lugar- a diferencia de afuera- después de que me hiciera todas las preguntas básicas. Me harían una prueba de sangre la cual me sería entregada en aproximadamente una más tarde.

Cuando salí camine sin rumbo hasta toparme con la cafetería más cercana, esperando tranquilizarme, esperando calmar los nervios que me estaban comiendo viva.

Las dos pruebas hechas en casa habían sido positivas, y aunque sabía que no siempre eran del todo fiables, el hecho de que ambas coincidieran me aseguraba que esto en realidad estaba sucediendo.

No tenía ni la menor idea de lo que haría, no tenía idea de cómo soltarle la bomba a Zayn, pero lo que más me aterraba era darle la noticia a papá. Joder, estaría tan decepcionado.

Con un plato de espaguetis y una Coca-Cola comencé a comer. Estaba ansiosa, ansiosa por saber lo que ocurriría.

Solté de golpe el tenedor en el plato y respire profundamente. Tenía que tranquilizarme, pero es que era algo imposible, necesitaba soltarlo, contárselo a alguien, y quizá este era el momento indicado. Necesitaba decírselo.

Tomé mi bolso y busque mi celular con urgencia. Quizá podría alcanzarme aquí y una vez que le hubiera dicho me acompañaría a recoger los resultados. Sí, el estaría allí conmigo, después de todo fue mi amigo primero, y prometió que estaría para mí en cualquier situación sin importar lo que sucediera.

Uno, dos, tres tonos y buzón de voz.  Demonios, no lo había visto, o siquiera hablado bien con él desde esa mañana, y ya iban dos días de aquello. Había estado ocupado últimamente. Itente de nuevo, y justo cuando estuve a punto de colgar escuche su voz.

—Lana, ¿qué ocurre?

Se escuchaba agitado, y algo irritado, como si lo hubiera llamado en la peor situación, pero no creo que haya peor situación que esta.

—Necesito hablar contigo, yo— demonios no podía, simplemente no podía, no por teléfono, era quizá la peor manera de hacer las cosas—estoy en el Joe’s  y…realmente es urgente y…

—Lana, o puedo ahora, estoy ocupado, te veo en tu casa en la noche, ¿de acuerdo?

—Uhh yo—respiré profundamente, tratando de encontrar algo de paz—Zayn enserio es importante.