Innocence Lost||Z.M||Fanfiction

Capítulo.14-"Ese maldito niño"

14.

El sol apenas se colaba por  las oscuras cortinas de mi habitación. Eran las nueve de la mañana. Aún podía dormir un poco más. Unos leves ronquidos me hicieron sonreír.

Habían pasado cinco días desde aquella noche, y aun o podía creer que todo esto fuera real. Es solo que había esperado tanto por ello que era increíble.

La noche anterior se había quedado a dormir. Obviamente mi padre creía que el dormía en el suelo. Ambos lo conocíamos, y sabíamos de antemano que daría tres vueltas durante la noche, como siempre lo hacía cada que Zayn se quedaba a dormir. Después de la tercera y última ronda Zayn se acomodo nuevamente en mi cama.

No habíamos hablado con nadie acerca de lo que estaba ocurriendo entre nosotros, es decir, nuestras familias probablemente harían un gran escándalo de ello, y en cuanto a Danna y Brad ambos sabemos que nunca dejaran de jodernos. Por el momento era algo que preferíamos mantenerlo entre nosotros y disfrutar de ello, y aunque a veces me entraban las inseguridades del porque lo manteníamos así, me recuerdo a mi misma que fui yo quien lo decidió de esta manera.

Despeje mi mente y mire al chico que dormía en mi cama, justo a mi lado. Si bien era reconfortante dormir con él cuando tan solo éramos amigos, ahora, ahora iba más allá de eso.

Con cuidado retire su brazo de mi cintura y trate de levantarme, pero me fue imposible. Su brazo regreso a su posición original, y por más que me gustara estar entre sus brazos necesitaba hacer pis.

Lo intente nuevamente y un sexy gruñido salió de su boca.

—Lana maldita sea quédate quieta— gimió y acomodo su cabeza en mi nuca.

Maldición, realmente necesitaba levantarme e ir a hacer pis.

—Zayn necesito ir al baño o me hare en la cama—me queje haciendo otro intento para salir de su agarre. Incluso dormido era más fuerte que yo.

Se quejo nuevamente, pero esta vez me dejo ir. Su cara se estrello con mi almohada de inmediato haciéndome reír.

Cuando salí del baño los ruidos de la cocina se hacían presentes. Nuevamente estaban preparando todo lo necesario para la cena de mañana.

Entre en la habitación de papa, quien se encontraba extendido en la cama. Un pequeño hilo de baba caí de su boca hasta su almohada. Sus ronquidos llenaban toda la habitación.

Con cuidado cerré la puerta tratando de no despertarlo y baje las escaleras.

Cuando entre a la cocina ambas mujeres reían incontroladamente, sus sonrisas abarcaban toda su cara, parecían estar completamente divertidas.

—Buenos días.

—Seguro que lo son cariño—Trish me sonrió picara y eso me dejo aun más confundida.

Aun extrañada por la actitud de ambas tome dos rebanadas de pan, Nutella y un cuchillo. Me serví un gran vaso de leche y desayune en silencio.

Media hora más tarde papa bajo tallándose repetidamente los ojos. El lado derecho de su cara tenía la marca de su almohada.

Me sonrió en cuanto me vio, se acerco a mí, deposito un beso en mi cabeza y tomo asiento a mi lado.

—Buenos días Lana Banana.

—Buenos días papá—sonreí y le pase una taza con café.

La mañana siguió con tranquilidad, papá fue regañado varias veces cuando Trish y mamá le habían pedido ayuda con la comida, y él contando con tales habilidades, hizo un desastre de ello.