Capítulo.22-"Discusiones y consuelos"

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22.

—Lana, ¿vas a decirme qué ocurrió allá?

Zayn alternaba su vista entre el camino y yo. Llevábamos la mayor parte del viaje en silencio, un silencio tenso debido a lo que ocurrió en el estacionamiento en el colegio.

No quería parecer la típica novia histérica que teme a que la engañen con otra, o que tiene miedo a que una ex novia aparezca arruinando todo. No quería parecer nada de eso, pero era algo que siempre me tenía comiendo la cabeza.

—Nada—me encogí de hombros. La vergüenza de que el supiera era tan grande que preferiría parecer loca.

—¿Nada?, bien si quieres dejarlo así y decir que no es nada está bien, solo no te comportes así, es molesto, y realmente me preocupa porque no sé qué demonios ocurrió para te alteraras así.

Bien, de acuerdo, me hacía parecer una lunática, pero tenía miedo de lo que diría si le digo, tenía miedo de la verdad, incluso cuando quizá solo era producto de mi mente.

—Yo, solo—suspiré—tardaste mucho y… tengo miedo de esto, de que sea un juego y, Zayn no podría aguantarlo, no otra vez—solté al fin mirándolo a los ojos.

Me miro con incredulidad. Soltó un enorme suspiro, y continúo manejando. Su mirada parecía molesta, incluso un tanto irritada. Ese era el porqué de mantenerme callada, de no decirle de los miedos que todo el tiempo me embargaban.

Estaciono fuera de mi casa, y sin decir nada bajo del auto y espero fuera para que lo siguiera. Abrí la puerta de la casa y la dejé abierta para que pudiera pasar, aun confundida por su reacción me volví para hablar con él, pero no pude.

Me empujó contra la pared y tomó mis labios, dejándome sin palabra alguna, sorprendida por el cambio de dirección. Sus manos tomaban mi cara con suavidad pero a la vez con firmeza. Su boca invadía la mía, anhelante y llena de un placer puramente doloroso.

—Eres tu Lana—murmuró sobre mis labios, con los ojos cerrados—sólo tú.

Su asalto continuo, sus manos bajaron por mi cuello, mis hombros, mi cintura, y pararon donde mis piernas iniciaban. Sin esfuerzo alguno me alzó, y por inercia envolví mis piernas en su cintura. Demonios, esto había ocurrido un millón de veces y aun así me sentía nerviosa, ansiosa. Las emociones seguían apareciendo igual que la primera vez.

Pero no podía, las cosas no podían resolverse así, no de esta manera, no dando por hecho que todo está bien y seguir adelante. No quería que las cosas fueran así.

—Zayn para—con cuidado lo separe de mí, y puse mis pies en el suelo.—no puedo, no quiero que sea resolver las cosas de esta manera.

—¿Me puedes decir qué demonios sucede contigo?—rugió. Estaba petrificada por su reacción—Lana, demonios confía en mí, ten fe de que esto no es un juego, así que deja tus malditos miedos a un lado.

¿Qué?, así que yo era la que estaba loca, yo era la que estaba mal, y por supuesto el bien. Yo era la que cometía todos los errores, él no tenía la culpa de absolutamente nada, claro que no, ¿por qué debería desconfiar de él?

Tenía que estar jugando.

—Háblame cuando tus paranoias terminen, y estes calmada.

Salió de la casa, dejándome parada en medio del pasillo de la entrada. Mi mente estaba en blanco, aun sin creer sus palabras, es como si se repitiera todo desde aquel día, sus indiferencias y burlas a como me sentía, sus comentarios lastimeros, su manera de mantenerse callado, como si guardara algo.

 La pared color crema, era lo mejor en que podía pensar, era mejor que toda esa mierda de nuevo.

No iba a llorar, no esta vez. Si bien mis temores quizá eran absurdos, su reacción lo era aún más. No me sentía mal, en realidad estaba furiosa, furiosa porque incluso sabiendo lo que hizo continúe actuando de esta manera, como si al final del día nada acerca de nosotros le interesara, y solo fuera sexo para él. Porque fue eso lo que lo hizo estallar, el que lo rechazara.

Innocence Lost||Z.M||FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora