CryBaby [Fictober 2021]

Training Wheels

Ship: Ron x Theo
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Nunca aprendió a andar en bicicleta, nunca creyó que lo necesitaría, no hasta que lo conoció a él.

Theodore Nott era el chico más extraño y difícil de comprender que había conocido en toda su vida. Y aunque Ron no era alguien que se dejara intimidar o que se considerara a sí mismo como alguien introvertido; Theodore lo paralizaba de una manera que no podía ser normal.

Y es que había algo en ese chico extraño que hacía que su vientre se revolviera y su cerebro se cerrara, y aquella sensación sólo podía recordarle a sus fallidos intentos de aprender a andar en bicicleta.

Pedaleando, pedaleando, mis manos en tu asiento todo el camino...

—¿Por qué no solo admites que te gusta?— preguntó Harry la tercera semana consecutiva que Ron lo había arrastrado a comer en la biblioteca a dos mesas de donde se encontraba Nott.

—¿Quéee? A mi no me gusta nadie— musitó desviando la mirada y Harry y Hermione le dedicaron una mirada incrédula.

—Claro, y quieres que creamos que pasas los recesos en la biblioteca por gusto— dijo Hermione dejando salir una sonrisa sarcástica mientras su mirada regresaba al libro que estaba leyendo.

—¡Estamos aquí para hacerte compañía!— se justificó Ron —. ¿Qué no puedo ser un buen amigo?

—Si, claro. Repítelo hasta que te lo creas— rió Harry y él no pudo hacer más que poner los ojos en blanco.

Y es que él podía jurar que no estaba enamorado de Nott, es solo que había algo en él, algo que no permitía que aquel chico castaño de ojos verdes se escapase de su mente, algo que hacía que, por más que no lo quisiera, Nott dominara sus pensamientos y sueños.

No era su culpa, él no planeó que las cosas fueran así, y mucho menos planeó pasar casi todo su tiempo libre en la biblioteca, admirando aquél chico tan extraño.

Aunque el problema no era que Harry y Hermione pensaran que estaba enamorado, después de todo, a lo más que llegaban era a burlas y comentarios como "mira, ahí viene tu novio" en voz baja cuando se topaban con el chico en los pasillos. El verdadero problema comenzó cuando Ginny se enteró de su supuesto enamoramiento.

—Deberías hablarle— susurró ella a su oído la tarde en la que lo había seguido a la biblioteca para corroborar si el supuesto enamoramiento de Ron era cierto.

—No pienso hacer eso, Ginny.

—Deberías— insistió su hermanita —. Si quieres puedo presentarlo, es el mejor amigo de Tori.

—Por más que esa oferta suene... tentadora, no quiero que tú y esa serpiente rastrera que tienes por novia se entrometan en mi vida— le espetó removiéndose en su lugar, alejándose de Ginny.

—Tu novio también es una serpiente rastrera... 

—¡No es mi novio!— chilló un poco más alto de lo permitido y la señora Pince los calló al instante.

Ginny lo miró con una sonrisa cínica para después cambiar su expresión por una que le recordaba demasiado a la de Fred y George cuando hacían una "jugada ingeniosa" —como ellos las llamaban—. Eso no significaba nada bueno.

—Me agradecerás esto algún día— musitó la menor tirando del brazo de su hermano, obligándolo a salir de su escondite detrás de los estantes de libros, y antes de que Ron pudiera reaccionar de alguna manera la chica alzó un poco la voz mientras decía —: ¡Oye, Theo, hay alguien aquí que muere por conocerte!