Class Fight

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Ship: James x Sirius
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—Bien, Black, más vale que me des una explicación sensata de porqué hiciste lo que hiciste —espetó McGonagall con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados.

Sirius se sentó frente a ella con una expresión de cinismo que solo hacía que la profesora se molestase aún más.

—No creo que haya hecho nada malo, si le soy sincero —soltó alzándose de hombros mientras una sonrisa socarrona se pintaba en sus labios.

—¡¿Qué no fue malo?! ¡Tu compañera pudo haber muerto! —Alzó la voz la mujer al mismo tiempo que golpeaba la mesa, parándose, con la furia saliendo por sus ojos. Pero al instante corrigió su compostura, volviendo a sentarse, sin quitar la mirada iracunda —. No tengo tiempo para juegos, así que será mejor que me expliques ahora el porqué de tus actos, a menos que quieras involucrar al director Dumbledore en esto.

Sirius dejó que su sonrisa se desvaneciera.

—Estaba en medio de la clase, y la profesora no miraba —comenzó con amargura en su voz —, Lily agitaba su melena como idiota y ahí fue cuando los problemas comenzaron.

—¿Lily Evans idiota? —preguntó McGonagall alzando las cejas —. ¿Por qué dirías algo así?

Él dejó salir un gruñido frustrado. La jodida Lily Evans y su maldita perfección. La odiaba, la odiaba más de lo que creyó posible.

—Tiene a un chico comiendo de su mano —dijo desviando la mirada e intentando evadir la imagen del recuerdo.

—¿Te refieres a Potter?

Sirius asintió. Y sabía cuál sería la siguiente pregunta de la profesora, y a pesar de ello no quería contestarla.

—¿Y eso por qué te importa a ti?

—No me importa —espetó él desviando la mirada, en un intento de que sus verdaderas emociones no salieran a flote.

La mujer lo miró incrédula.

—Si no te importara no habrías actuado de esa manera.

—Es solo- ¡es mi mejor amigo y está actuando como un idiota por una chica que ni siquiera lo vale! —soltó alzando un poco la voz.

—¿Solo es eso? —inquirió ella, sabiendo que esa no era la única razón del porqué de la ira del chico.

Sirius se limitó a asentir sin mirar a los ojos a la profesora, cuya mirada había adquirido un semblante firme, denotando que no iba a rendirse hasta saber la verdad.

—Ninguno de los dos se moverá de aquí hasta que me digas porque lo hiciste, Black —Sirius cometió el error de mirarla a los ojos. Maldita sea la mirada matadora de McGonagall y las ganas de confesarse que lo abrumaban cada que ésta aparecía.

—Ya le dije.

—Quiero la verdad.

Se miraron por unos segundos hasta que él decidió que era un desperdicio luchar contra la fuerza de voluntad de su maestra. Esa definitivamente era una batalla perdida.

—Me enamoré de él, pero él no está conmigo —confesó en un murmullo al mismo tiempo que una punzada de dolor se clavaba en su pecho ante la última frase.

La expresión de McGonagall cambió a sorpresa, pero a él no le importó. Probablemente lo expulsarían por lo que había hecho a pesar de cualquier cosa que dijese, así que, ¿qué más daba si la maestra se enteraba del secreto que había luchado por esconder durante tanto tiempo?

CryBaby [Fictober 2021]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora