—No, nena, no seas bruta.
—¿Pero por queeee? —me quejo haciendo pucheros.
Quería que me atara las manos con una corbata y me diera duro hasta que viera las estrellas como hicimos otras veces y que disfruto muchísimo pero ahora resulta que quiere ser delicado.
—No quiero que le hagamos daño al bebé.
—No le vamos a hacer daño —me quejo golpeando el colchón con el puño.
—No voy a arriesgarme a ser demasiado brusco.
—Jeg hater deg drittsekken.
«Te odio capullo»
—¡Eh! Que estás hablando en mi idioma y lo entendí.
—Sé decir más insultos y seguiré si no cumples mis deseos —me cruzo de brazos—. Faen meg hardt, din selvsentrerte drittsekk.
«Follame duro, imbécil egocéntrico»
Ethan se deja caer sobre mi sin aplastarme hundiendo la cara en mi cuello.
—Humm... —ronronea pasando la nariz mi piel.
Sus cosquillas hacen que empiece a ceder un poquito.
—¿Quieres hablar mi idioma natal? —se mueve para besar la comisura de mis labios—. Es muy sexy.
—Me gusta más cuando lo hablas tú.
—Du gjør meg veldig varm —murmura mordiendo mi oreja.
«Me pones muy caliente»
No tengo ni idea de que ha dicho pero su voz ronca con ese acento duro me acaba de excutar mogollón.
Descruzo los brazos y llevo mis manos a sus costados subiendo por su espalda en una caricia y abrazo.
—Eres muy delicada ahora mismo, nena —murmura al ver mi mala cara porque sigue con besos suaves y siendo cuidadoso—. Tenemos que cuidarlo.
—Es fuerte, duro y cabezota como su papá y su mamá —insisto tirando de su nuca más cerca—. No le ocurrirá nada.
Él se ríe y me besa de nuevo, esta vez me muerde él a mí.
—Lo haremos lento —insiste y me enfado.
Hago morritos.
—Vamos nena, será igual de rico —me pasa la lengua por el labio inferior—. ¿Cuando tenemos sexo que no es rico?
Ahí tiene un punto y el punto ganador porque tiene toda la razón del mundo. Nuestras relaciones son mejores que todas las películas, videos, series y libros porno de la historia. No hay día que no tengamos sexo y no nos cansamos ni nos saciamos suficiente del otro.
Y me encanta hacer el amor con él. Porque sí, para mí hay una gran diferencia entre follar y hacer el amor. Cuando follamos desatamos el fuerte y ardiente deseo que hay entre nosotros. Somos calientes, es todo intenso muy intenso. Todo se vuelve placer con besos intensos, mordiscos y chupetones salvajes, tirones de pelo por parte de los dos, marcas de sus dedos en mi culo y de sus dientes en mis tetas, arañazos míos en sus bíceps y abdomen y una vez también en su culo. Es puro deseo y pasión carnal mientras que hacer el amor es eso amor. Siento que el placer que me llena está en mi corazón porque nos unimos entre besos dulces, caricias lentas por todo el cuerpo y promesas de amor eterno. Es mi corazón el que se llena de amor y mi placer es sentirlo cerca tan enamorado de mi como yo de él.
Me besa lento en la mejilla, baja a mi mandíbula y deja otro beso, baja un poco más hacia el cuello y deja otro beso y sigue bajando por entre mis pechos. Son besos suaves, sin prisa y con mucho amor.
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Llama del amor ✔️ [Llamas #3]
Romance[Tercera parte de la Trilogía Llamas] El deseo y la pasión llevan a un amor perfecto. Por mucho que intentes extinguir un fuego o destruirlo este se hará más y más fuerte, creciendo con cada segundo y haciendo más indestructible que nunca y eso es l...