Cuarenta y seis

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Casi tengo veintiséis semanas de embarazo y ya no podía esperar más por el babyshower. Se iba a celebrar hace un semana pero tuvimos que retrasarlo por todo el problema con Ethan pero ahora que todo volvió a la normalidad es el momento perfecto.

Mi madre e Isabella, que lo organizaron casi todo, se pusieron manos a la obra con la empresa para celebrarlo.

Casi ni dormí de la emoción. Cuando me levanto creo que el bebé sabe que es un día especial para él porque se levanta igual de contento que yo y me patea seguido la vejiga.

—Aparta —quito bruscamente el brazo de Ethan y salgo de la cama corriendo al baño.

Ethan se apoya en el marco de la puerta con cara somnolienta y las legañas aún pegadas.

—¿No hay formas más bonitas de despertarme?

—Déjame mear en paz —le tiro la pasta de dientes que es lo primero que encuentro.

Cierra la puerta deprisa antes de que le golpee, la pasta choca con la madera. Oigo su risa al otro lado.

Me doy una ducha y me tomo mi tiempo con mi skincare. Mami tiene que relucir hoy.

Ayer fui con Hannah a comprarme un vestido especial para hoy y cuando me lo pongo sonrío. Tengo los pies un poco hinchados y aun así eso no me impide ponerme unas sandalias de tacon preciosas que combinaban perfectas.

—Te va a encantar mi vestido —anuncio antes de salir del vestidor.

Está sentado en la cama cuando salgo y doy una vuelta sobre mi misma para lucirme.

—Azul —dice con sorna—. ¿Es alguna clase de indirecta?

—Más bien directamente te digo que tengo razón y debería haber apostado todo mi dinero.

—Me gustaría que te equivocaras —se levanta y del armario emerge con una sudadera...

—Rosa —me cruzo de brazos—. Tss...te dije que no será una niña.

Se encoge de hombros.

—Es lo que me gustaría que fuera.

—Hoy saldremos de dudas.

—Entonces vámonos.

—Antes... —levanto las sandalias en mi mano—. Necesito que me las pongas.

Suelta una gran carcajada y por unos instantes me convierto en cenicienta.

[...]

El jardín de mis padres está precioso. Es como si nunca lo hubiera visto así de bonito. El césped está cortado y más verde que nunca, los árboles ofrecen una sombra muy acogedora y las flores de mi madre me parecen más coloridas que recién plantadas.

Está todo lleno de globos azules, rosas y dorados. Hay mesas preciosas con manteles blancos decorados con cintas, chupetes, biberones, mariposas, flores y osos de peluches. Hay una mesa enorme con comida de color azul y rosa.

Al fondo hay como una especie de altar con un arco de globos mitad rosa mitad azul y algunos blancos y dorados. En el letrero pone: «Boy or Girl».

Debemos pasar varios juegos y en uno descubriremos finalmente el sexo de nuestro bebé.

Nada más entrar a la derecha hay una mesa con dos cuencos de cristal y dos pilas de cartulinas rosa y azul para apostar. Los dos cuencos están más o menos igualados, creo que hay alguno más en el azul.

Al lado hay una pared que parece de la selva con plantas muy verdes con alguna flor y en el centro cuelga un cuadro precioso de una de las fotos con la empresa de BBdiapers, esta sesión la hicimos hace dos semanas por lo que mi barriga se nota un montón.

Llama del amor ✔️ [Llamas #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora