Veintidós

217 18 0
                                    

Me miro en el espejo del baño desde cada perfil deprimiéndome un poco porque mi barriga crece muy rápido y me veré cual ballena varada.

La acaricio con dulzura porque aunque las hormonas me tengan sensible adoro mi tripita porque mi bebé está ahí dentro.

—Espero que no me des muchos problemas cuando quieras salir —le digo a mi barriga.

Estos primeros meses fueron tranquilos por suerte apenas tuve náuseas pero si tengo hambre a todas horas. Lo que temo es comer tanto que llegue a ir rodando a los sitios y luego para sacarlo de mi vientre acabe saliendo en plan alien.

He visto un par de videos de partos bastante traumáticos y suenan muy dolorosos por lo que temo sufrir el día que este pequeño quiera salir.

—Es la barriga más hermosa del mundo —entra Ethan en la baño poniéndose de rodillas para abrazar mi cintura y besa mi vientre haciéndome cosquillas—. Buenos días garbancito, ¿se duerme bien en la barriga de mamá?

Pega la oreja a mi vientre fingiendo escuchar, sonrío por verlo tan feliz y le acaricio el cabello mientras el sigue haciendo el tonto hablando con mi vientre haciendo caricias y dándole besos que me hacen cosquillas.

Me visto con un vestido entallado que marca mi pequeña tripa y me pongo unas botas hasta la rodilla planas porque aun sigo sin tener tacones por culpa de cierto idiota controlador. Como no me devuelva los tacones después de que nazca el bebé lo mato y usaré su tarjeta para comprarme todo Channel.

El olor delicioso del desayuno me atrae como animal hambriento y me siento a esperar que Karen termine y pueda comérmelo todo. La bandeja de croissants pequeñitos que saca del horno me deja babeando mientras espero pacientemente a que los coloque todos en una bandeja para servir. Están muy calientes pero las ansias me pueden.

Ethan llega a la cocina colocándose la corbata y va directo a la nevera a por un vaso de gelatina que devora en segundos antes de robarme un mini croissant que Karen hizo para mi.

Unto con un montón de chocolate el croissant y le doy un mordisco hasta que me mancho toda la boca y los dedos. Este bebé será muy golosos porque solo tengo antojos de chocolate y cosas dulces.

Me relamo los labios y me llevo otro croissant a la boca hasta llenar mi estómago durante aproximadamente la próxima hora.

—Mi niña cómete también la fruta o te quito los croissants —me señala Karen con el bolígrafo con el que está haciendo la lista de la compra.

Ethan sonríe contento de no ser el único que se queja de lo que como.

—Por eso te adoro, Karen —le dice abrazando de lado a la mujer.

Están compinchados. Seguro que la compró con esa batidora nueva que dejó caer hace unos días que quería.

Pincho la fruta y me la como para que me dejen tranquila.

Patrick llega y se sienta a desayunar en la mesa con Ethan. Karen le sirve una taza enorme de café y mi bandeja de croissants que me quitaron por comerme dos con la dichosa fruta.

Soy débil con la comida rica, ¿qué esperaban?

Voy a por mi maletín y mi bolso donde me aseguro de tener todo lo que necesito. En la entrada ya me esperan mis hombres para irnos a la oficina.

Llego al despacho con Ethan detrás cargando mi maletín porque esta obsesionado con que no cargue ningún tipo de peso, ni haga ningún esfuerzo, sobre protector donde lo haya.

Me siento en mi cómoda silla y saco el portátil. Ethan está aún en mi despacho en una llamada que le acaba de llegar.

—Mierda —sisea cuando cuelga.

Llama del amor ✔️ [Llamas #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora