Hermione leyó los condenados párrafos de nuevo, parpadeando para contener las lágrimas que nublaban las palabras y quemaban sus ojos. Se enfocó en una de las fotografías, reconociendo a los Finch-Fletchleys, los padres de Justin, desde que les había visto en la estación Kings Cross pocos años atrás.
Levantó el mentón y miró a McGonagall suplicante. — ¿Justin está...?
— Él está vivo — explicó rápidamente la Directora. — Estaba visitando a sus abuelos cuando eso sucedió.
— Pobre Justin — suspiró tristemente, tragándose un sollozo. — Debe e-estar devastado.
Sus nublados ojos se movieron a las otras tres fotografías, cada una con una pareja de Muggles casados con radiantes sonrisas que servían de recordatorio de cómo habían sido alguna vez. Los ocho adultos habían sido asesinados en la semana entre Navidad y el día de Año Nuevo, todos mostrando señas de tortura antes de que la Maldición Imperdonable hubiera sido usada para acallar sus gritos. No estaba familiarizada con los nombres, pero conocía bien sus historias.
— ¿Todos son hijos de padres muggles, verdad? — Preguntó ella con tristeza, conociendo de antemano la respuesta.
— Sí — confirmó McGonagall y Hermione no pudo recordar haber visto a la otra bruja tan temblorosa. — La residencia de los Creevey también fue fozada, pero afortunadamente ellos estaban fuera del país.
Los ojos de Hermione cayeron sobre las dos imágenes finales; dos niños, no mayores de quince años, quienes asistieron a la escuela para magos, Bryn Glas, en Gales. Una lágrima resbaló por su mejilla mientras estudiaba los juveniles rostros y sentía el dolor dominando su pecho. Torturados y asesinados justo como sus padres.
— Son tan jóvenes— murmuró la castaña — Demasiado jóvenes.
— Lo sé — suspiró McGonagall, colocando una mano confortante en la espalda de su estudiante. —Los mortífagos se están volviendo más activos...
— Entonces nosotros debemos ser más activos — Hermione forzó la determinación en su voz. — Deberíamos estar haciendo planes...
— Solo hay un plan que me gustaría discutir contigo en este momento— la Interrumpió un poco incómoda. — El plan que me mencionaste cuando regresaste a Hogwarts...
— Se refiere a desmemorizar a mis padres y enviarlos lejos del país — aclaró con un tono incluso decepcionado, limpiando sus lágrimas con mano temblorosa. — Sí, lo recuerdo.
McGonagall hizo una mueca. — Hermione...
— Ellos siempre quisieron ir a Australia — comentó distante. — Creo que estarían a salvo ahí.
— Sé que no es fácil para ti — la bruja mayor frunció el ceño. — Pero temo que las cosas se pongan peor...
— Esperaba que no tuviera que llegar a esto — Hermione confesó abatida, rindiéndose a las lágrimas que se deslizaban por sus párpados. — Quiero decir... sé que es la más segura y la más sensible opción para todos, pero... es... solo es difícil...
— Sé que lo es — Dijo la directora con gentileza, dándole un apretón simpático al hombro de Hermione mientras ella se impulsaba a un abrazo. — Quizá sería lo mejor si yo lo hiciera..."
— No — Argumentó firmemente. — No, debo ser yo la única que lo haga. Ellos son mis padres — vaciló y mordisqueó su labio. —Mi mamá y mi papá.
— Entonces haré todo lo que pueda para ayudar — prometió McGonagall, liberando a la joven bruja y dándole una compungida mirada. — Lo siento, Hermione, pero sería sabio hacerlo lo más pronto posible.
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Aislamiento - Draco x Hermione
FanfictionRon y Harry están a la caza de los Horrocruxes y Hermione se ha quedado en Hogwarts para ayudar a la Orden a hacerlo seguro para los demás estudiantes. Draco es forzado por Snape a permanecer en Hogwarts para su propia protección, pero no puede sali...