Jodido infierno.
Eso era duro.
Tan duro...
Después de la más larga noche de su vida, durante los cuales no había logrado ni un segundo de sueño, estaba tomando el sol de la mañana filtrándose por la ventana. Se sentía turbio hoy; seguía confuso, y agitado por el incidente con Granger y cansado por el desvelo. En un momento al azar de espontaneidad, se había despojado de toda su ropa para ver si el aire frío o los cálidos rayos del sol lo hacían sentir más vivo, más real, pero se sentía como un fantasma.
Quería pensar que era una endeble criatura en la punta de la realidad, pero no lo era.
Debió de haberse presionado por unas horas ya que podía escuchar a Granger empezando a agitarse, y un dolor le hizo encogerse. Esto era lo que había estado temiendo, y sin embargo lo estaba esperando toda la noche; la parte favorita de su degradante rutina. Un brillo puro de sudor recorrió su piel desnuda mientras escuchaba sus movimientos en el baño, y cuando creyó sentir un poco de su sabor en la boca, ese punto sensible en su estómago tembló. Un jodido ganador.
Era tan duro...
Trató de empujar lejos el sonido, pero su cabeza estaba demasiado confusa como para realmente resistir la atracción de su cuerpo. Escuchó, lo que supuso que eran sus ropas cayéndose con un ruido sordo en el suelo, se tragó un sonido gutural. Cerró sus ojos privados de sueño, su imaginación le infligió imágenes llenas de colores y peligrosas de ella. Sucumbió rápidamente a estas, estaba demasiado cansado como para aguantar una pelea decente y demasiado cautivado por las fantasías como para ignorarlas.
Estaba duro...
Se entregó a más de una fantasía sexual, aunque esta era diferente; simple y sin ninguna exageración. En su cabeza, Granger estaba cómo debería de estar, con sus rizos revueltos sobre sus hombros con una expresión familiar pensativa en su rostro. Su cuerpo... bueno, no tenía idea de que si su imagen encajaba con la realidad, pero imaginó que estaba cerca, su subconsciente comenzó a deshacerla de todos los objetos de ropa. Escuchó que la regadera comenzaba a correr, y respiró inestablemente mientras su mano se desplazaba más abajo.
Estaba demasiado lejos ya, como para escuchar la voz de Slytherin en su cráneo y percatarse de lo que estaba haciendo; y cualquier susurro de duda fueron echados a un lado cuando el primer ronroneo alcanzó sus oídos. Manteniendo sus ojos firmemente cerrados y enfocándose en la fantasía de Granger, agarró la longitud de su rígido pene por debajo de su ombligo.
Por el alma de Merlín...
Draco necesitaba esto. Necesitaba lo malo.
En su cabeza, Granger estaba en la ducha ahora, apretó el puño y comenzó a bombear la tensión en su miembro. Semanas y meses sin ese comunicado de hacerle saber que no iba a durar mucho, pero no le importó. No le importaba una mierda si tenía la cabeza llena de pensamientos prohibidos de ella o si su habitación estaba, como siempre, obstruyéndolo con su olor adictivo. No importaba que la bruja catalizadora estuviera en sus pensamientos lujuriosos justo ahora, como del tampoco le importaba si hacía de Granger su fantasía para deslizarse sus manos entre sus muslos para acompañarla con su próximo gemido.
La imagen lo envió por encima del borde y un suspiro ronco como rugido llegó como trueno a su garganta así como del también el fluido caliente que salpicó a través de su abdomen. Sus ojos se abrieron y la fantasía de Granger se fue lejos de su mente, dejándolo satisfecho y jadeante como un zorro del ártico que se había enganchado a su presa o a un compañero. Su corazón golpeaba contra sus costillas, mientras trataba de reunir su ingenio; parpadeando algunas gotas de sudor escondido entre sus pestañas.
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Aislamiento - Draco x Hermione
أدب الهواةRon y Harry están a la caza de los Horrocruxes y Hermione se ha quedado en Hogwarts para ayudar a la Orden a hacerlo seguro para los demás estudiantes. Draco es forzado por Snape a permanecer en Hogwarts para su propia protección, pero no puede sali...