Cap. 33 Marcas

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Knock, Knock, Knock.

Draco trató de aferrarse a su sueño y clavó su rostro un poco más profundo en la almohada de aterciopelados rizos bajo su mejilla. Era cálido y confortable, así que trató de regresar a un sueño que no recordaba, y aumentó la presión sobre Granger.

Knock, Knock, Knock.

—Vete a la mierda, —gruñó cansado.

Pero entonces recordó que ellos no estaban en Hogwarts en la habitación de Granger, a pesar de la familiaridad de tenerla de nuevo en sus brazos. Toda la violencia de ayer regresó a él como un rayo, despertándolo abruptamente y mandando un palpitante dolor de cabeza a su cerebro. Él se apoyó en sí mismo e inmediatamente chequeó a Granger, mirándola por un momento mientras su pecho se expandía con profundos y soñolientos respiros. Se veía como cualquier otra mañana; pacífica y bien, salvo por los remanentes amarillentos en algunos moretones, y su piel aún pálida.

Knock, Knock, Knock.

Lanzó una frustrada mirada hacia la puerta y decidió ignorarla. No podían ser más de las seis de la mañana a juzgar por la luz azul tenue en el cuarto, lo que significaba que apenas había logrado dormir dos horas. Estaba exhausto y furioso porque alguien se atreviera a perturbarlo después de que él y Granger apenas se hubieran reunido, especialmente cuando era probable que fuera el maldito de Weasley que venía por el round dos.

—Draco — la voz baja de Tonks se filtró a través de la puerta. — Draco, ¿estás despierto?, voy a ent...

—No, no lo hagas — se quejó él. — ¿Qué demonios quieres?

—Solo abre la jodida puerta.

—No.

—Hazlo, o voy a entrar.

Su labio se curvó con irritación y cuidadosamente desenroscó sus piernas de las de Granger y dejó la cama con algunas coloridas profanidades en la punta de su lengua. Tomo su varita y atravesó el dormitorio, abriendo la puerta sólo un poco, entrecerrando los ojos y con una mirada de odio hacia su prima a través de la pequeña brecha.

—Será mejor que tengas una buena razón para...

— ¿Cómo está ella? — preguntó Tonks. — ¿Está despierta?

— No.

—Entonces deberías bajar y desayunar algo.

— ¿De qué estás hablando? — frunció el ceño él. —Son que ¿Las seis de la mañana?

— De hecho son la seis y media — corrigió ella. —Los demás se despertarán pronto y pensé que sería mejor para ti comer algo ahora. Harry y Ron querrán verla y no podré retrasarlos por mucho si quieres tener algo de privacidad con ella.

Draco la escrudiñó con cautela y consideró su sugerencia, un poco extrañado por su oferta de ayuda. —No tengo hambre.

— ¿Cuándo fue la última vez que comiste?

—Eso es irrelevante...

—Necesitas comer algo —, presionó ella. — ¿No te gustaría hacerlo ahora que todo el mundo está todavía en la cama? Vamos, y luego puedes estar aquí con ella y yo haré lo que pueda para asegurarme que puedan tener más tiempo a solas.

—Por amor a Salazar — gruñó él, mirando hacia Granger sobre su hombro antes de dejar la habitación. —Bien, vamos, entonces.

— No eres una persona madrugadora, ¿No?

— No cuando mi novia está inconsciente y cuando tengo una jodida prima que no va dejar de molestar, no— dijo él rígidamente, notando que ella sonreía divertida mientras bajaban las escaleras. —¿Qué?.

Aislamiento - Draco x HermioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora