Aislamiento - Draco x Hermione

Cap. 24 Horas

La brisa amarga la rodeaba, como si intentara filtrarse en sus poros y congelarle la sangre.

Sólo Merlín sabía porque, pero sus pies la habían llevado a la Torre de Astronomía, y juraría que la energía residual de la Maldición Asesina de Snape seguía invadiendo el aire allí. La atmosfera se sentía más densa y enclaustrante, y un hormigueo constante le había picado la espalda desde el momento que había llegado.

Inclinándose sobre la barandilla, su mirada afligida buscaba los cielos e intento mirar más allá de las sombras de las nubes tormentosas para encontrar las estrellas, pero solamente Vega y Arcturus eran lo suficientemente brillante para resplandecer.

Las voces olvidadas hacían eco alrededor de su cabeza.

«Tengo que hacer esto...»

Ella se estremeció. Harry le había dicho exactamente lo que Draco dijo esa noche, y juraría sobre la tumba de Godric que podía escuchar los susurros de sus palabras arrastrándose por las paredes.

«Tengo que matarlo, o él me matará...»

Se agarró más fuerte de la barandilla y cerró los ojos, y los fantasmas del pasado se formaron en su mente. Lo podía ver todo claramente; la escena se repetía una y otra vez en su cabeza. Draco, Dumbledore, Snape, Bellatrix. Tan vivo y fresco, como si pudiera rozar con sus dedos sus formas y sentir el latido de sus corazones.

Hermione se centró en la imagen de Draco que su cerebro había formado cuando él bajaba su varita, justo como Harry se lo había descripto, y sintió como le palpitaba el corazón en la garganta. Él se veía tan vulnerable, y la hizo tener sentimientos más fuertes por él, pero la voz lógica en su cabeza le recordó que esto era puramente su interpretación de los hechos.

Justo antes de que Snape levantara su varita para asesinar al hombre que había admirado tanto, sintió un murmuro entrecortado en su oído, y sus ojos se abrieron de golpe. Dándose vuelta con un jadeo profundo para inflar sus pulmones, busco frenéticamente por la voz, pero estaba sola.

Totalmente sola.

Y eso la petrificó.

Sus alrededores parecían vibrar con sombras siniestras, y los susurros misteriosos fueron enterrados en la oscuridad. El espacio se puso sofocante, y de repente su pecho estaba abarrotado mientras que el frío helado se enroscaba por sus extremidades.

Irrumpiendo a toda velocidad, corrió a su dormitorio, dejando que los espíritus del pasado se esfumaran detrás de ella en la Torre. Los sonidos de sus pasos apresurados hicieron eco por los pasillos vacíos y se sumergió en su habitación, patinando en una parada y cerrando la puerta detrás de ella. Girando sobre sus talones, sus ojos se tranquilizaron cuando aterrizaron sobre Draco; dormitando en el sofá con Crookshanks descansando en su regazo. Una triste sonrisa apareció en sus labios mientras que la respiración roncosa de él llegaba hasta ella, y ese latido doloroso de afecto retumbo en su pecho.

— Crooks —susurro ella, yendo de punta de pies sobre el sillón. — Bájate, chico.

Con un tramo doloroso, su leal mascota obedeció y camino a la habitación de Draco para darles la privacidad que ella quería. Estiró la mano y con sus dedos desinhibidos, Hermione acaricio su rostro. Ella había repetido esas caricias antes, pero nunca se había tomado el tiempo de prestar atención a la sensación bajo sus dedos, y se sentía como el Otoño liquido; placenteramente frío y como la carne firme de las ciruelas. Cerró los ojos, grabo la sensación en su cerebro, notando que los labios de él eran la textura de la cera derretida y la fina barba en su mandíbula se estremecían como la estática.

— ¿Qué estás haciendo, Granger?

Sus ojos se abrieron de repente cuando las pestañas de Draco comenzaron abrirse lentamente para verla con una mirada sospechosa. Su cuerpo se paralizo por un momento, pero con una simple mordida en su labio, simplemente suspiro y levanto la barbilla.